Un grupo de investigadores de instituciones científicas de China y Australia reportó, en un artículo publicado este martes en la revista Nature Communications, el hallazgo de un potencial antídoto para tratar intoxicaciones ocasionadas por el hongo ‘sombrero de la muerte’, considerado como el más venenoso a nivel mundial.
Los autores del estudio explicaron que las personas que consumieron la letal seta experimentaron insuficiencia aguda irreparable en el hígado o en los riñones. Esto se debe a su principal toxina, identificada como alfa-amanita. Según indican, el organismo, conocido científicamente como ‘Amanita phalloides’, es el causante del 90 % de las muertes relacionadas con hongos en el mundo.
Anteriormente, los científicos desconocían el mecanismo de toxicidad del compuesto alfa-amanitina en el cuerpo humano, por lo que no existía un antídoto que bloqueara los efectos de la toxina. No obstante, en esta nueva investigación se descubrió que un tinte médico podía reducir las consecuencias tóxicas de dicha sustancia venenosa en células humanas y de ratones, aumentando de esta manera las posibilidades de supervivencia.
Se trata del colorante verde de indocianina, que es empleado para el diagnóstico de afecciones a través de imágenes médicas. Los especialistas demostraron, en ensayos con ratones y con líneas celulares humanas, que el colorante era capaz de prevenir el daño hepático y renal causado por la alfa-amanitina.
Mediante el uso de la tecnología de edición genética CRISPR-Cas9, se detectaron los genes importantes involucrados en la muerte de las células cuando la alfa-amanitina ejercía sus efectos tóxicos sobre estas. Se demostró que otra ruta genética, llamada biosíntesis de N-Glycan, y su enzima catalítica STT3B, desempeñaron una función crucial en la toxicidad.
Probando los efectos del tinte médico
El equipo científico señaló que el verde de indocianina parecía inhibir la función de la STT3B, ya que se observó que los ratones que fueron tratados con el tinte médico, a las cuatro horas de ser envenenados con la sustancia tóxica, presentaron una mejoría. Sin embargo, el colorante pierde su efecto de tratamiento sobre la toxicidad de la alfa-amanitina si se administra después de ocho o 12 horas.
“Esto puede deberse a que [alfa-amanitina] ha causado un daño irreversible durante las primeras horas de citotoxicidad, que no se puede salvar con el tratamiento” del verde de indocianina, aseguraron los investigadores, sugiriendo que este “debe administrarse lo antes posible durante el tratamiento”.
Por otro lado, el profesor de la Universidad Sun Yat-sen (China), Wang Qiaoping, comentó que realizarán “futuros ensayos clínicos para confirmar su efecto como antídoto en humanos”, ya que “si es posible, su eficacia podría probarse en personas que consumen por error el hongo mortal”.