El informe ‘Situación sanitaria y social de las personas con obesidad en España’, realizado por la Alianza por la Obesidad, compuesta por trece organizaciones de pacientes y sociedades científicas, con el objetivo de conocer el impacto de la obesidad en España y poder desarrollar estrategias y propuestas de mejora, se ha presentado esta semana en el Congreso de los Diputados.
Mediante dos mesas de debate, las diferentes entidades firmantes del informe, han reclamado la necesidad de reconocer la obesidad como enfermedad crónica y multifactorial.
Este estudio tiene el objetivo de identificar cuáles son las barreras que obstaculizan el manejo de la enfermedad.
La doctora Irene Bretón, miembro de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), ha alertado de que la obesidad está claramente infradiagnosticada y que existe una coordinación inadecuada en la atención entre diferentes profesionales sanitarios y entornos clínicos.
En este sentido, Victoria Buiza, portavoz de la Alianza por la Obesidad y presidenta de la asociación AB Híspalis Nacional, sostiene que al reconocer la obesidad como una enfermedad crónica, “no solo mejoraría la prevención y atención, sino que también impulsaría la investigación y la inversión en políticas de salud pública para abordar este creciente problema”.
El proceso diagnóstico también presenta desafíos y según los resultados obtenidos en el presente estudio, pues solo el 69 % de los pacientes con obesidad recibe un diagnóstico de obesidad.
Abordaje de la obesidad
Según el Informe Regional de la Obesidad de 2022 emitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 60 % de los adultos y uno de cada tres niños en la región europea se ven afectados por la obesidad o están en riesgo inminente de desarrollarla.
En el caso de España, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) se observa una prevalencia del 10,3 % de la obesidad en la población de 2 a 17 años y del 16 % en la población adulta de 18 años o más.
Paralelamente, se estima que el 18,26 % de los menores de 17 años y el 37,6 % de los adultos se encuentran en situación de pre-obesidad, lo que los coloca en una categoría de riesgo significativo de desarrollar obesidad en el futuro.
La obesidad no solo representa un problema en términos de prevalencia, sino que también ejerce un impacto significativo en el sistema sanitario.
Además, según Alianza por la Obesidad, ha aumentado casi tres veces su prevalencia desde 1975, lo que representa, sin duda, un desafío de salud en constante crecimiento a nivel global.
En este sentido, el estudio se observa que un tercio de los pacientes con obesidad no ha recibido atención específica; solo el 67 % de los pacientes con obesidad recibe algún tipo de atención sanitaria, estando atendidos de media por 2 o 3 especialistas, generalmente de especialidades como endocrinología, atención primaria y nutrición.
El estigma, reto pendiente para paliar la obesidad
La estigmatización en el ámbito sanitario y social es otro desafío que afecta negativamente la calidad de la atención sanitaria y el bienestar de los pacientes, incluyendo los ámbitos laborales, educativos, familiares y sociales en general.
Este prejuicio surge de la percepción generalizada de que la obesidad es el resultado de una falta de voluntad y malos hábitos, así como de estereotipos negativos relacionados con esta patología.
En este sentido, el doctor Albert Lecube, miembro de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), ha explicado que la obesidad no es un vicio ni una enfermedad moral, por lo que opina que “no podemos seguir aceptando que la obesidad siga siendo una puerta abierta a la inequidad ni a la discriminación a lo largo del proceso asistencial”.
12 propuestas para mejorar la obesidad en España
Ante el gran desafío que supone el abordaje de esta enfermedad, Alianza por la Obesidad ha puesto en marcha en su informe 12 propuestas de mejora para reducir el impacto de esta patología en España:
1. Potenciar el reconocimiento real de la obesidad como una enfermedad crónica:
Garantizar los derechos de las personas que viven con obesidad, abordándola como una enfermedad crónica e impulsar una mejora sustancial en la atención y prevención.
2. Desarrollar campañas de concienciación y sensibilización sobre la obesidad
3. Desarrollar programas de educación y promoción de la salud en escuelas:
Fomentar la prevención y la concienciación sobre la obesidad desde temprana edad, promoviendo hábitos saludables de alimentación y actividad física.
4. Realizar acciones de formación y concienciación para profesionales sanitarios:
Fortalecer la formación y concienciación en obesidad entre los profesionales sanitarios, implementando asignaturas troncales sobre obesidad en la educación universitaria de futuros profesionales de la salud.
5. Implementar programas de detección precoz del exceso de peso de manera sistemática:
Identificar de manera temprana signos de sobrepeso y obesidad en la población para permitir una intervención oportuna y reducir el riesgo de complicaciones asociadas.
6. Establecer protocolos de diagnóstico integral:
Integrar un enfoque diagnóstico amplio con el fin de optimizar la detección de la obesidad y proporcionar una base sólida para una atención especializada.
7. Establecer protocolos de tratamiento y seguimiento personalizados e integrales:
Mejorar el acceso a las diferentes estrategias de tratamientos efectivas y garantizar la adherencia terapéutica, considerando el estado de salud y la obesidad de la persona.
8. Instaurar equipos multidisciplinarios específicos para el abordaje de la obesidad:
Facilitar el acceso a una atención integral y especializada para pacientes con obesidad, al establecer Unidades de Obesidad integradas por equipos compuestos por médicos de atención primaria, endocrinólogos, psicólogos, nutricionistas y otros profesionales de la salud.
9. Incorporar la cirugía bariátrica en las listas de priorización de los sistemas sanitarios, ampliar su oferta y garantizar un seguimiento adecuado tras la cirugía.
10. Establecer protocolos de comunicación y coordinación entre los diferentes profesionales sanitarios:
Garantizar la comunicación y coordinación efectiva entre los profesionales sanitarios que atienden al paciente, para que estos reciban la misma información y recomendaciones de forma coherente y consistente.
11. Ampliar el acceso a la atención psicológica especializada y la terapia conductual.
12. Promover la corresponsabilidad del paciente a través de la información y educación sanitarias:
Promover y garantizar el acceso a una información veraz y avalada científicamente por parte de los pacientes, en colaboración con las organizaciones de pacientes, para contribuir al empoderamiento y la toma de decisiones informadas y reduciendo la búsqueda de información errónea y potencialmente perjudicial.
Estas propuestas forman parte del informe presentado por Alianza por la Obesidad compuesta por: Asociación Bariátrica Híspalis Nacional, Asociación de Pacientes Bariátricos y Obesidad (AB Híspalis), Asociación Española de Cáncer de Tiroides (AECAT), Asociación Española de Gastroenterología (AEG), Asociación de Enfermos de Esófago de Barret (ASENBAR), Cardioalianza, Federación Española de Diabetes (FEDE), Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH), Osteoarthritis Foundation International (OAFI), Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), con la colaboración de Novo Nordisk.