La eclampsia es una complicación grave del embarazo en mujeres diagnosticadas previamente con preeclampsia, cuando presentan hipertensión arterial y proteinuria o presencia de proteínas en la orina después de las 20 semanas de gestación.
La eclampsia es una emergencia médica que pone en riesgo la vida tanto de la madre como del feto, y requiere intervención inmediata.
Causas y factores de riesgo asociados
Según la Clínica Universidad de Navarra (CUN), la eclampsia se produce por una mala irrigación placentaria que desencadena la liberación de sustancias que dañan los vasos sanguíneos.
Esto puede provocar disfunción cerebral, edema, hipertensión severa y convulsiones. También influyen factores inmunológicos y genéticos.
Las convulsiones suelen ser generalizadas y duran entre 60 y 90 segundos, seguidas de confusión. La CUN asegura que algunos síntomas que pueden precederlas son:
- Cefalea persistente.
- Alteraciones visuales (visión borrosa, fotofobia).
- Dolor abdominal alto.
- Náuseas o vómitos.
- Hipertensión severa (≥160/110 mmHg) y proteinuria.
¿Cómo se diagnostica la eclampsia?
Se basa en la presencia de convulsiones en mujeres con preeclampsia confirmada o sospechada.
La CUN asegura que es necesario descartar otras causas, como epilepsia, hemorragias cerebrales o tumores. Se utilizan análisis de sangre y pruebas de imagen para apoyar el diagnóstico.
Tratamiento médico y atención de urgencia
El manejo de la eclampsia incluye:
- Control de convulsiones: el sulfato de magnesio es el tratamiento de elección.
- Reducción de la presión arterial: con antihipertensivos como labetalol o nifedipino.
- Evaluación materno-fetal: monitorización continua del estado clínico y del bienestar fetal.
- Parto planificado: es la única solución definitiva, ya sea por vía vaginal o cesárea, según el caso.
Complicaciones posibles de la eclampsia
La eclampsia puede causar consecuencias graves, como:
- Edema cerebral o hemorragias intracraneales.
- Insuficiencia hepática o síndrome de HELLP.
- Desprendimiento prematuro de placenta.
- Riesgos fetales: parto prematuro, bajo peso, hipoxia o muerte perinatal.
Prevención y control durante el embarazo
La prevención se basa en un adecuado control prenatal. La Clínica Universidad de Navarra destaca:
- Medición regular de la presión arterial y análisis de orina.
- Administración de aspirina en dosis bajas a mujeres con riesgo elevado.
- Suplementación con calcio si la dieta es deficiente.
- Educación sobre signos de alerta.








