El cambio climático está transformando el Everest en un gigante cada vez más inestable. Según Aang Tchiring, experimentado sherpa (guía de expediciones) nepalí, las nevadas impredecibles y fuera de temporada ahora representan uno de los mayores obstáculos para los montañistas en la zona.

“La nieve no se convierte en hielo en poco tiempo; puede provocar una avalancha en cualquier momento. La nieve debe convertirse en hielo para estabilizar las montañas”, explicó a RT.

Por su parte, el profesor adjunto de la Universidad de Katmandú y especialista en glaciología del Himalaya, Mohan Bahadur Chand, detalló que la adecuada formación de hielo depende de la nieve invernal regular. 

“Normalmente, las nevadas en el Himalaya ocurren en diciembre, enero y febrero. Sin embargo, durante la última década, no han sido constantes. Cuando nieva en marzo y abril, no puede formar hielo correctamente”, sostuvo. 

De acuerdo con un reciente informe, la nieve en el Himalaya se está derritiendo antes y se mantiene por períodos más cortos. Además, este invierno registró las nevadas más bajas en 23 años, con una persistencia de nieve el 23,6 % inferior a la media, la más baja registrada desde que comenzó el monitoreo detallado.

Estos cambios en los patrones climáticos están teniendo graves consecuencias en toda la región del Himalaya, afectando la agricultura, la generación de energía hidroeléctrica y el acceso al agua para millones de personas, así como la industria turística.

Creciente número de víctimas en el Himalaya

Las estadísticas revelan un incremento en la mortalidad entre las personas que escalan las montañas de Nepal durante las últimas dos décadas. Así, desde 1970 más de 431 alpinistas han fallecido intentando alcanzar las cumbres nepalíes, aproximadamente la mitad de estos decesos ocurrió en los últimos 20 años.

Entre 2021 y 2023 se reportaron 24 víctimas mortales; mientras que en 2024 fallecieron otras 12 personas, entre ellas, cinco escaladores rusos, debido a condiciones climáticas extremas.

Este año, la temporada de montañismo en Nepal también ya se ha cobrado sus víctimas. Así, el 7 de abril una avalancha en la montaña Annapurna I segó la vida de dos guías sherpas experimentados que fueron sorprendidos por el alud a 5.600 metros de altura mientras transportaban oxígeno para miembros de una expedición.

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