El estrés es una reacción del organismo hacia un desafío o preocupación, en pequeños episodios puede verse de forma positiva, pero cuando dura largos periodos puede volverse un peligro para tu salud.
Existen dos tipos, el agudo que significa que es por un periodo corto y desaparece de manera rápida y el crónico que dura un periodo de tiempo prologado. Debemos tomar en cuenta que el organismo reacciona de esta forma para liberar hormonas, las cuales hacen que el cerebro se mantenga alerta.
Si tienes estrés crónico puede producir problemas de salud como: diabetes, obesidad, presión alta, insuficiencia cardíaca, depresión, ansiedad, problema de la piel o menstruales.
Signos del estrés que debes tomar en cuenta
Este padecimiento puede causar síntomas que algunas veces pasan desapercibidos como: dolores de cabeza, mala memoria, diarrea, estreñimiento, cansancio, problemas al dormir, malestar estomacal e incluso pérdida o aumento de peso.
¿Qué nos produce estrés?
Las causas son distintas para cada persona, sin embargo, estas son las situaciones más comunes: muerte de un familiar cercano, casarse, divorciarse, jubilación, despido, darle la bienvenida a un nuevo bebé, deudas, mudanza, trabajo inestable, ansiedad o problemas en el hogar.
Recuerda que lo más importante es visitar a un especialista si te sientes abrumado por este padecimiento y no afectes tu salud.
Si tienes sensaciones como vértigo, pánico, latidos acelerados, respiración rápida, eres incapaz de trabajar, tienes miedos que no puedes controlar o estás pasando por una situación difícil, acércate con un profesional para que te brinde la atención necesaria y reduzcas los síntomas.
Ahora ya conoces los riesgos y lo que debes tomar en cuenta si el estrés está presente en tu vida de forma negativa.