El iceberg más grande y antiguo del mundo, designado como A23a, está nuevamente en movimiento después de permanecer atrapado en un vórtice oceánico durante la mayor parte de este año, informó este viernes la institución científica British Antarctic Survey (BAS).
Este trozo de hielo tiene una superficie de unos 4.000 kilómetros cuadrados, el equivalente a cuatro veces el tamaño de la ciudad de Nueva York, y un espesor de alrededor de 400 metros. Se estima que su masa total es de aproximadamente un billón de toneladas.
El A23a se desprendió de la plataforma de hielo Filchner de la Antártida en 1986, aunque pronto quedó varado en fondo del mar de Weddell. En 2020, el gigantesco iceberg comenzó a moverse lentamente hacia el norte del continente antártico.
Sin embargo, a principios de este año, el A23a quedó atascado en una columna de Taylor, un fenómeno oceanográfico similar a un vórtice, que provocó que el enorme trozo de hielo empezara a girar sobre sí mismo. Desde ese entonces, el iceberg permaneció atrapado cerca de las islas Orcadas del Sur.
De nuevo en marcha
De acuerdo con la BAS, el A23a logró deprenderse de la columna de agua giratoria y comenzó a desplazarse hacia el océano Austral. Más tarde entrará en el océano Atlántico, específicamente cerca de la islas Georgia del Sur. En esta región se espera que el iceberg interactúe con aguas más cálidas, por lo que existe la posibilidad de que se rompa en trozos más pequeños y, eventualmente, termine derritiéndose.
“Es emocionante ver que el A23a se mueve de nuevo después de los períodos en que estuvo estancado”, indicó el oceanógrafo Andrew Meijers, quien recalcó que están interesados en conocer si este gran iceberg continuará la misma ruta que otros de su tipo que “se han desprendido de la Antártida”. Meijers destacó que es de suma importancia saber acerca del impacto que tendrá este evento “en el ecosistema local”.