Tesla lleva un par de semanas con descuentos agresivos en los Model 3 y Model Y a nivel global; Ford le siguió los pasos y bajó de precio hace poco al Mustang Mach-E. Esos movimientos no los ven con buenos ojos la competencia.
Automotrices como Volkswagen y Renault criticaron abiertamente esta forma de actuar y ya anunciaron que no entrarán en este juego de encarecimiento. Incluso, Luca de Meo, CEO de Renault dijo que espera que “continúen reduciéndolos a cero”.
Según el CEO de Renault, los movimientos de Tesla están provocando una “pérdida del valor del cliente” con la aparición de “clientes insatisfechos”. “Bajaron un 20% los precios después de subirlos un 20% hace seis meses, y ahora todos aplauden, no es racional”.
“Es necesario estabilizar la política de precios de los vehículos eléctricos al inicio del ciclo porque hay mucha inversión”.
Con esa bajada de precios en los vehículos Tesla, la burbuja estalló y su definición como “valor seguro” se terminó, lo que llevó a algunos compradores a quejarse pues de un día para otro habían “perdido 15,000 dólares en dos semanas por comprar un Tesla Model Y”.
Las reducciones en los precios de Tesla no son casuales. Al contrario de las automotrices que optan por paquetes más caros para vender menos vehículos pero con mayor margen de beneficios, Tesla decidió subir sus precios cuando la lista de espera era de meses, pero, pasadas las dificultades como los cierres de Shangai, disminuyó el coste de sus modelos más accesibles para volver a hacer despegar sus reservas.
Pero Tesla puede darse el lujo de jugar así con el precio de los autos pues, según Reuters, el margen de beneficios bruto de la compañía está por encima de los 15,000 dólares por auto vendido y el margen neto es superior a los 9,000 dólares.
Por otro lado, automotrices como Volkswagen, por ejemplo, genera apenas 973 dólares de margen neto. Toyota, Hyundai o Ford se encuentran por las mismas cifras.
Lo que le permite a Tesla lograr esas ganancias es su estructura con la que fabrica y distribuye más barato. De acuerdo con Nikkei, por cada coche vendido, Tesla gana ocho veces más que Toyota.
Esos bajos costos de fabricación también se explica por la sencillez de su oferta: cuatro modelos, muy similares y que apenas han recibido cambios con el paso de los años.
Y, dentro de su estructura de distribución está una red de distribuidores que carece de concesionarios y una venta online que les permite manejar los precios de sus vehículos de forma mucho más estrecha.