Un análisis realizado en Países Bajos encontró que beber café de manera habitual podría estar vinculado con una menor probabilidad de desarrollar fragilidad en la vejez.

El hallazgo proviene del Estudio Longitudinal del Envejecimiento de Ámsterdam (LASA), que evaluó la relación entre la ingesta de café y el riesgo de fragilidad en más de mil adultos mayores.

El vínculo entre el café y la fragilidad en la vejez

La investigación incluyó a mil 161 personas de 55 años o más, a quienes se les dio seguimiento para conocer si el consumo regular de café tenía algún impacto en su salud física.

Se analizaron tanto los hábitos actuales como los de la mediana edad (entre los 40 y 65 años), dividiendo la ingesta en categorías: desde quienes no tomaban café hasta los que bebían más de seis tazas al día.

 La fragilidad se midió con base en el fenotipo de cinco componentes propuesto por Fried, que permite detectar tanto la prefragilidad como la fragilidad.

Resultados principales del estudio

  • Los datos arrojaron que tomar entre 4 y 6 tazas de café diarias o más de 6 se relacionó con un menor riesgo de fragilidad en comparación con quienes bebían de 0 a 2 tazas.
  • El consumo elevado se asoció con una reducción del riesgo de fragilidad a largo plazo.
  • Beber de 2 a 4 tazas al día también mostró beneficios después de siete años de seguimiento, reduciendo el riesgo en más del 50%.
  • No se observaron efectos claros en la etapa de prefragilidad, salvo una ligera reducción en quienes consumían entre 2 y 4 tazas.

¿Por qué es beneficioso el café?

Científicos atribuyen su efecto beneficioso a una amplia gama de compuestos biológicamente activos, incluidos los antioxidantes. Estos componentes ayudan a reducir la inflamación, la pérdida de masa muscular y prevenir el daño muscular. Asimismo, el café también puede ayudar a regular mejor la sensibilidad a la insulina.

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