La misión de la NASA a la luna gigante de Saturno, Titán, denominada ‘Dragonfly’ (‘Libélula’), llevará un espectrómetro de masas (DraMS), diseñado para analizar la composición química detallada de este cuerpo celeste. El instrumento, a bordo de la misión, que será lanzada en el 2027, también puede arrojar luz sobre la química prebiótica, las vías químicas que ocurrieron en la Tierra primitiva y que finalmente llevaron a la formación de la vida, según comunicaron el pasado viernes. 

“Queremos saber si el tipo de química que podría ser importante para los primeros sistemas prebioquímicos de la Tierra se está produciendo en Titán”, explicó Melissa Trainer, astrobióloga de la NASA. El helicóptero robótico Dragonfly aprovechará la baja gravedad y la densa atmósfera de Titán para muestrear diferentes puntos superficiales de interés, separados por varios kilómetros. El instrumento DraMS está diseñado para examinar ‘in situ’ las muestras de material que tome Dragonfly y permitirá estudiar, de forma remota, su composición química.

“DraMS está diseñado para observar las moléculas orgánicas que pueden estar presentes en Titán, su composición y distribución en diferentes ambientes superficiales”, indica Trainer. Los científicos de Dragonfly no querían “reinventar la rueda” al tratar de buscar compuestos orgánicos en Titán, por lo que se basaron en métodos establecidos que se han aplicado en Marte y otros lugares. “Este diseño nos ha brindado un instrumento que es muy flexible, que puede adaptarse a los diferentes tipos de muestras de superficie”, explicó.

Dragonfly será la cuarta misión del programa New Frontiers de la NASA y tiene previsto llegar a la citada luna a mediados de la década del 2030.

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