“Hace ocho años me diagnosticaron un cáncer de páncreas. Durante este tiempo me fui dando cuenta de que podía hacer algo más que recibir el tratamiento. Decidí mejorar y adaptar mi alimentación y cuidar otros aspectos de mi vida relacionados con el estrés, los hábitos, las actitudes…”, relata Isabel. La guía “Cáncer de páncreas, alimentación y calidad de vida” es una herramienta práctica para lograr un mayor control de la salud y el bienestar.

La Asociación Cáncer de Páncreas y la Fundación Más que Ideas se han unido para presentar una guía que ha contado con la colaboración de cinco sociedades científicas y nueve profesionales, desde oncólogos a nutricionistas y psicooncólogos, además de mostrar distintos testimonios de pacientes, como el de Isabel, y familiares.

El propósito de la guía es “la búsqueda del bienestar y la calidad de vida, lograr aceptar y aprender a vivir con aquello que no podemos controlar y tomar las riendas de lo que sí podemos cambiar y que mejorará nuestra vida” ante un diagnóstico de cáncer de páncreas que cae “como un jarro de agua fría” abriéndose un tiempo de incertidumbre y nuevas rutinas.

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Por eso comienza explicando qué es el cáncer de páncreas y que el tipo más común es el adenocarcinoma, sobre el que se basa esta guía.

La incidencia del cáncer de páncreas en España es de unos 6.000 casos al año, en personas entre los 60 y los 70 años.

En el 60 % de los casos se origina en la cabeza del páncreas y, por ello, el síntoma más frecuente al inicio es la obstrucción de la vía biliar, que causa ictericia, responsable del tinte amarillento de la piel y las mucosas

En el momento del diagnóstico, menos de un 20 % de los pacientes son candidatos a una cirugía que logre eliminar completamente el tumor, por lo que suele requerirse un tratamiento complementario, como quimioterapia y radioterapia.

También detalla las complicaciones de este cáncer como la ictericia, el dolor, la caquexia (pérdida extrema de peso y atrofia muscular), diabetes mellitus, tromboflebitis, alteraciones cutáneas, náuseas y vómitos o depresión.

Guía cáncer de páncreas: Alimentación

Perder el apetito es habitual si se tiene cáncer de páncreas y obedece a múltiples factores: interrupción de la secreción de bilis y/o de jugos pancreáticos, obstrucción del tránsito intestinal, o producción, por parte del tumor, de sustancias que quitan el apetito.

Cuando la pérdida de peso es extrema y acompañada de atrofia muscular, lo que se denomina caquexia, produce desnutrición que puede deteriorar la capacidad funcional y tu calidad de vida y produce sensación de cansancio, pero también interfiere en la respuesta al tratamiento oncológico.

La guía del cáncer de páncreas plantea diferentes escenarios nutricionales en función de las fases de la enfermedad, de los tratamientos o de las posibles complicaciones, a la vez que facilita distintos menús adaptados a cada circunstancia.

Ejercicio físico supervisado

Aunque los expertos precisan que existen pocos estudios sobre su impacto potencial en las personas con cáncer de páncreas, el ejercicio físico se ha demostrado eficaz para aliviar o aminorar trastornos como la pérdida de peso importante, la fatiga y el estrés psicológico (niveles elevados de ansiedad y depresión).

Además, los programas de ejercicios supervisados pueden contribuir a facilitar las relaciones sociales del paciente contribuyendo a su mejora psicológica.

La realización de ejercicio físico completo: aeróbico (como andar, correr, nadar, remar, pedalear, la marcha nórdica) asociado al de fuerza (entrenamiento con pesas, máquinas de gimnasio, gomas o bandas elásticas) va a mejorar de forma notable las cualidades físicas esenciales: la capacidad aeróbica, la fuerza muscular y la potencia muscular.

Propone una serie de tablas con tipos de ejercicio e intensidades siempre prescritos por un profesional sanitario.

Cáncer de páncreas y emociones

Recibir un diagnóstico de cáncer de páncreas y afrontar su evolución supone un impacto psicológico y emocional. Diversas emociones conviven a la vez, desde el miedo a la incertidumbre, pasando por la ansiedad, el estrés, el sentimiento de culpa y hasta la sensación de soledad.

La guía del cáncer de páncreas de la Asociación Cáncer de Páncreas facilita consejos como estos para gestionar las emociones:

  • Hablar con otras personas para desahogarte. Si no se desea involucrar más a los familiares, recurrir a profesionales, a otros pacientes e incluso personas que hayan superado situaciones similares.
  • Buscar tiempo para uno mismo.
  • Dejarnos apoyar por los seres queridos.
  • Estar activo siempre que sea posible.
  • No dejarnos arrastrar por el sentimiento de culpa.
  • No obligarnos a estar siempre bien.
  • Pedir ayuda para manejar el dolor.
  • Recuperar cierto sentimiento de control en tu vida.

Esta guía también incorpora un capítulo dedicado a “cuidar del cuidador”:

“Fuimos conscientes de la importancia de cuidarnos, mi hermana Carmen como paciente y yo como

familiar. Y esto se tradujo en cambios en las rutinas básicas de alimentación, un aspecto crucial para su bienestar. Siempre procurábamos estar atentos para prestarle los cuidados que necesitaba, y a la vez la mimábamos, la queríamos y le hablábamos siempre con positividad”. Testimonio de Begoña, familiar y cuidadora.

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