Hoy en día sabemos que las estéticas y los salones de belleza han cobrado relevancia en los últimos 5 años, desde que la manicure y pedicure retomaron fuerza, gracias al gelish. Por ello, es importante que sepas que, si recurres mucho a esta técnica de barnizado de uñas, estás exponiéndote a un mayor riesgo de tener cáncer de piel.

¿Qué es el gelish?

El gelish es un tipo de esmalte semipermanente que se aplica sobre las uñas naturales o postizas. Se caracteriza por su larga duración, de hasta 3 semanas, y por su resistencia.

Para aplicarse, primero se limpia, lima y da forma a la uña y posteriormente, se aplica una capa fina de base coat que se seca bajo una lámpara LED o UV. Se aplica una o dos capas del color elegido, secando cada capa bajo la lámpara.

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¿Cuáles son los riesgos de ponerse gelish muy seguido?

  • Uñas frágiles y quebradizas: El proceso de aplicación y remoción del gelish puede debilitar las uñas, haciéndolas más propensas a romperse y descarapelarse.
  • Adelgazamiento de la uña: El limado excesivo para la aplicación del gelish puede eliminar capas importantes de la uña, haciéndola más fina y vulnerable.
  • Onicolisis: La exposición prolongada a la acetona cuando se remueve el gelish puede provocar que la uña se separe del lecho ungueal.

Daños importantes a la salud

Además de todo lo anterior, la exposición a la luz ultravioleta (UV) de las lámparas de secado se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel en las manos.

La luz UV también puede causar daño a la piel, incluyendo la aparición de manchas y arrugas.

Lo mejor que puedes hacer es limitar la aplicación de gelish para ocasiones especiales y evitar su uso constante, para no tener problemas de salud graves, como puede ser el cáncer.

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