El cambio climático está diezmando la población de una de las aves características de las sabanas de Sudáfrica, el toco piquigualdo sureño, al dificultar su procreación, determinó un grupo de ornitólogos y fisiólogos dirigido por Nicholas Pattinson, de la Universidad de Ciudad del Cabo.
Esta especie monógama de distintivo pico amarillo pertenece a la misma familia de aves que el colorido cálao de pico rojo, en el que se inspira el famoso personaje Zazu de la película ‘El rey león’, donde se erigía como el asesor más confiable de Simba.
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Los efectos nocivos de la subida de temperaturas se observan “en el comportamiento, la fisiología, la reproducción y la supervivencia de varias especies de aves, mamíferos y reptiles en todo el mundo”, comentó Pattinson.
El caso particular de los tocos, analizado en un artículo publicado esta semana en la revista Frontiers in Ecology and Evolution, muestra el drástico cambio que una de sus poblaciones vivió entre 2008 y 2019 en la reserva del río Kuruman, en el sur del desierto del Kalahari.
El estudio señala que las temperaturas medias del aire no dejaron de crecer en esa zona durante esos años, mientras que el número de crías colapsó. Concretamente, la crianza y el emplumamiento exitosos de al menos un pollito por cada intento de anidación se redujeron del 58 % al 17 % en el último trienio de ese periodo en comparación con el primero, mientras que el número promedio de crías producidas por intento disminuyó de 1,1 a 0,4.
Sin embargo, los científicos solo tomaron en cuenta los datos recabados sobre aves que se reproducían en nidos en cajas de madera y no en cavidades naturales, que pueden ofrecerles mejores condiciones de anidación, pero dificultan su observación. El propio porcentaje de cajas-nido ocupadas por las aves se desplomó del 52 % al 12 % entre las primeras tres temporadas de anidación (2008-2011) y las tres finales (2016-2019).
Los ornitólogos trataron de satisfacer las preferencias de los tocos creando los habitáculos de madera con una única rendija vertical estrecha que los protegiera de los depredadores. Sin embargo, los dejaron expuestos a otros factores que ponían en riesgo el éxito reproductivo, como las temperaturas y la disponibilidad de alimentos.
Los investigadores destacan que no se registró ningún intento exitoso de procrear por encima del umbral de temperatura del aire de 35,7 °C. Pattinson advirtió que “cada vez se registran más eventos de mortandad masiva relacionados con el calor en el lapso de unos pocos días, lo que sin duda representa una amenaza para la persistencia de la población y el funcionamiento del ecosistema”.
Las predicciones de calentamiento actuales para esa región de Kalahari dejan claro que el umbral detectado de reproducción eficaz se superará durante toda la temporada ya en el año 2027.