Un paciente de 67 años con cáncer de esófago fue tratado este martes con protonterapia (radioterapia de protones) en el instituto suizo de investigación Paul Scherrer (PSI) como parte de un estudio europeo que apuesta por esta terapia para reducir las complicaciones pulmonares derivadas de la radioterapia convencional.
El cáncer de esófago es el octavo más frecuente en el ámbito mundial.
El tratamiento, que durará un total de cinco semanas, es el primero de este tipo aplicado en Suiza para tratar el cáncer de esófago, ya que el instituto suizo sí que había empleado previamente la protonterapia en pacientes con tumores en cerebro, cabeza, cuello, columna vertebral y tejidos blandos.
Este protocolo se lleva a cabo dentro del marco de una colaboración entre el Instituto Paul Scherrer PSI y el Hospital Universitario de Zúrich en materia de radiooncología para determinar los posibles beneficios de los protones en la radioterapia contra el cáncer de esófago.
En la mayoría de los casos, el tratamiento del tumor esofágico suele combinar quimioterapia y radioterapia, sin embargo, esta última causa a menudo complicaciones de diversa gravedad en órganos circundantes como los pulmones, causando neumonía y otras afecciones.
Los protones, a diferencia de los rayos X empleados en la radioterapia convencional, tienen una penetración en los tejidos mucho más precisa en términos físicos, de forma que atacan fundamentalmente al tumor y los tejidos sanos situados cerca de éste apenas se ven afectados, sostuvo la entidad científica.
Un total de diecinueve universidades, hospitales y centros de investigación europeos forman parte de este estudio clínico que espera llegar a tratar a unos 400 pacientes con cáncer de esófago no metastásico, de los cuales 20 lo harán en Suiza.