En plena temporada de vacaciones, muchos viajeros se trasladan a lugares alejados de sus casas, a varios husos horarios de distancia. No solo eso: son muchos los que viajan a sus países de origen aprovechando la época estival.

De hecho, en España cada año se programan más vuelos de Madrid a Caracas, La Habana, Asunción o Medellín (Colombia), por citar algunos ejemplos. Y al viajar tan lejos, aparece un posible efecto secundario que nos puede afectar a nivel físico y en la salud mental: el jet lag.

El jet lag o desfase horario, que surge tras desplazarse con rapidez a un destino a varios husos horarios del habitual, produce insomnio o alteraciones en los momentos de sueño a los que estamos acostumbrados, es decir, que despertemos muy temprano por la mañana o que durmamos demasiado durante el día.

La razón es que se han alterado nuestros ritmos circadianos, lo que también se conoce como ‘reloj biológico’ o ‘reloj interno’, y que, mediante la luz diurna, controlan el sueño o la actividad cerebral.

La importancia del jet lag en la salud mental y física es tal que hasta el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha recogido muestras de tripulantes de cabina de pasajeros para investigar su relación con el sistema inmunitario y el cáncer.

En lo que respecta a la salud mental, el desfase horario o jet lag deriva en fatiga, cambios de humor bruscos, desorientación o falta de concentración.

De esta forma, las propias aerolíneas proponen en sus páginas web consejos para evitar el jet lag, como pueden ser relajarse antes de tomar el avión; modificar las horas de sueño los días previos; o comer sano, lo que ayuda a que el sistema inmunológico se refuerce.

Durante el vuelo, algunos modelos de aviones han incorporado luces led que ayudan a evitar el jet lag, como es el caso compañía aeronáutica Airbus, que presentó hace unos años su modelo de avión A35O XWB un sistema inteligente que cambia la temperatura del color e imita los cambios de la luz del sol para adaptarse al destino, a la vez que regula la humidificación y la temperatura internas.

Ideas para evitar el jet lag fuera del avión

Entre los consejos que los expertos recomiendan para que nuestra salud mental no se vea afectada por el jet lag al llegar a destino se encuentran: evitar los productos estimulantes y el alcohol unas horas antes de ir a dormir; si se llega de noche, irse a la cama aunque no haya cansancio; o si es de día, mantenerse activos hasta que caiga el sol.

Algunos centros médicos advierten que, si se atraviesan más de ocho husos horarios, el cuerpo podría confundir la luz de la mañana con el anochecer o la luz ligera de las primeras horas de la noche con el amanecer.

Por tanto, al viajar más de ocho husos horarios hacia el este, en los primeros días hay que usar gafas de sol y evitar la luz brillante de la mañana, y exponerse a la mayor cantidad posible de luz solar hacia el final de la tarde.

Por el contrario, si se ha viajado hacia el oeste y se han atravesado más de ocho husos horarios, hay que eludir la luz solar unas horas antes del anochecer.

En este ámbito, algunas aplicaciones móviles como ‘Timeshiffter’, que ayudan a los usuarios a regular sus ritmos circadianos, funcionan como un calendario virtual en el que visualizar, por ejemplo, cuáles son las mejores horas para tomar el sol, dormir o evitar la cafeína.

Por último, una vez terminado el viaje, y en el regreso a casa también se puede dar el ‘jet lag’. Sin embargo, también es posible ejercitar la mente para que el nuevo desfase horario no haga mella.

Así, una vez en casa, solo iremos a la cama a la hora a la que vayamos normalmente, con independencia de si estamos cansados o no (y por tanto, deberemos evitar excitantes u otras sustancias que puedan alterar nuestro futuro sueño).

En caso de que el jet lag aparezca, los expertos explican que lo mejor es concienciarse de que es temporal y de que sus efectos se irán pronto.

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