El uso de la inteligencia artificial (IA) puede llevar a una reducción de las emisiones globales de entre el 5 y el 10% con fecha de 2030, según el responsable de Sostenibilidad de Google para EMEA, Adam Elman, que ha abogado por regular su desarrollo porque es “demasiado importante” como para no hacerlo.
“Estamos en un punto de inflexión con la IA, creemos que ofrece muchas oportunidades positivas y que debemos desarrollarla con responsabilidad”, ha dicho Elman en una entrevista con EFE en la Conferencia del Clima de Dubái, COP28, en la que ha recordado que la ciencia dice que aún no se está en el camino de lograr las reducciones de emisiones que se necesitan.
En ese contexto, ha asegurado que en Google creen que pueden ayudar liderar la transición ecológica de dos maneras: haciendo accesibles los datos e impulsando la innovación, en particular la IA, sobre todo en optimización y predicción.
Según un informe elaborado por el gigante tecnológico con BCG Boston Consulting, el uso de la IA puede ayudar a reducir las emisiones en esta decisiva década entre el 5 y el 10%, el equivalente a las emisiones de toda Europa ha apuntado el responsable de sostenibilidad de Google en Europa, Oriente Medio y África (EMEA).
Además de en mitigación, la IA también ofrece oportunidades para avanzar en la adaptación del mundo al cambio climático, así como para alertar a la población ante sus más devastadores y mortíferos efectos, como pueden ser las inundaciones, los incendios forestales o las olas de calor, que cuestan muchas vidas y mucho dinero.
Para ello, Google ha desarrollo herramientas que permiten, por ejemplo, calcular la ruta más eficiente en combustible, medir el potencial solar de los tejados, cómo mejorar los árboles de ciudad o predecir cuándo y dónde se producirá una inundación con hasta siete días de antelación o cómo se extenderá un incendio.
Mediante herramientas de IA también se pueden reducir las estelas de vapor que generan los aviones, algo que han probado con American Airlines con reducciones del 50%.
Respecto a cómo dicen los datos que será el futuro si no se reducen las emisiones, Elman se ha mostrado más cauto y se ha limitado a señalar que eso se lo dejan a los científicos.
“Miles de investigadores y científicos usan nuestras herramientas y datos” para desarrollar su trabajo, pero en relación a qué va a pasar con el clima, eso se lo dejamos a ellos”, ha afirmado el directivo, que ha subrayado que también ofrecen esa información a las empresas que desean “evitar impactos en el planeta”.
Uno de los mayores desafíos es hacer esos datos accesibles a todo el mundo en un lenguaje comprensible y ahí es donde la AI tiene un “impacto aún mayor”.
“Pero ¿la IA en sí misma nos permitirá volver al camino correcto?”, la repuesta es “absolutamente no”, pero sí que es una “parte muy importante de la solución” y la buena noticia es que la tecnología ya está aquí y no hace falta esperar “cinco o diez años”.
En relación a las suspicacias que rodean a su desarrollo, Elam ha señalado que en Google consideran que la “IA es algo demasiado importante como para no regularla” no sólo internamente, sino también con normas gubernamentales e internacionales.