Un vehículo para que funcione correctamente necesita combustible y tener toda su maquinaria bien engrasada. El cuerpo humano es como un coche, necesita combustible para que el organismo funcione. Este combustible lo toma a través de los alimentos que ingerimos: hidratos de carbono, proteínas y grasa.

Las grasas son “el patito feo” de la cadena alimenticia y sin embargo son fundamentales para la producción de células y hormonas además de ayudar a las vitaminas a moverse por todo el cuerpo. Esta mala fama que tienen las grasas viene porque el organismo convierte el exceso de calorías en grasa que se acumula en diferentes partes del cuerpo.

Hay un tipo de grasa que protege los órganos vitales, cubre y hace de amortiguador de las articulaciones, mantiene y regula la temperatura corporal, puede almacenar vitaminas y otros nutrientes necesarios y por lo tanto es la reserva energética del organismo, es la grasa esencial. Hay otro tipo de grasa, la excedente que es perjudicial para el ser humano.

Cuando comemos, el organismo gasta primero los hidratos de carbono, luego las proteínas y por último las grasas, si comemos más de lo que gastamos, se ingieren demasiadas calorías y aquellas que no necesitamos se acumulan en distintas zonas del cuerpo, es cuando aparecen los michelines, las cartucheras o esa barriguita que tanto cuesta eliminar.

Entonces entramos en pánico y buscamos los remedios para quemar ese exceso de grasa, sin embargo, hay que decir que no existe ningún suplemento milagroso para quemar la grasa por sí solo.

Pautas para perder grasa

Desde el Servicio de Endocrinología, Diabetes y Nutrición del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, la nutricionista Belén Fontán explica: “Para poder quemar grasa y modificar nuestra composición corporal debemos producir un déficit calórico. No hay pastilla que pueda producir un déficit calórico por sí misma, la base para la quema de grasa reside en la alimentación, el entrenamiento y la actividad física y el descanso”.

Por eso, la mejor manera de perder cualquier tipo de grasa es llevar un estilo de vida saludable. Empezando por ingerir menos calorías de las que se queman; hacer ejercicio para eliminar esa energía que el cuerpo almacena en forma de grasa; dormir bien, las horas necesarias, ya que la falta de sueño aumenta el hambre y anima a consumir alimentos ricos en hidratos de carbono y calorías y reducir el estrés.

Cuando estamos estresados se activa la hormona cortisol y demasiado cortisol puede reducir la facultad de perder peso porque, de alguna manera, pide al cuerpo que retenga el exceso de grasa.

Suplementos saciantes y absorbe grasa

Sin dejar de lado el estilo de vida sano, existen ciertos suplementos que aportan saciedad y reducen el apetito, al mismo tiempo que ayudan a aumentar el consumo de calorías y a disminuir la absorción de grasa de la dieta.

El más utilizado es la cafeína, que estimula el sistema nervioso central y además es un diurético que ayuda a eliminar líquidos. Al actuar a nivel del sistema nervioso central, hace que la tolerancia al dolor sea mayor así como la resistencia o el esfuerzo cuando se realiza ejercicio. También mejora la respuesta muscular mejorando la efectividad de los entrenamientos.

“Cuando la cafeína interviene en sistemas energéticos, consigue incrementar el metabolismo basal lo que se traduce en un mayor consumo de kilocalorías diarias, lo que permite más flexibilidad a la hora de perder grasa” añade la experta.

El té verde, también puede ayudar a “quemar grasa” pues, además de contener cafeína, tiene una sustancia llamada catequina que mejora la oxidación de la grasa y aumenta la sensación de saciedad.

Hay otros suplementos que pueden ayudar a la absorción de los ácidos grasos, pero no existen estudios científicos suficientes que demuestran su efectividad, como la Garcinia Cambogia, un arbusto originario de los bosques del sur de la India donde se utiliza su fruto como condimento alimenticio.

Del extracto de sus frutos secos se obtiene el ácido hidroxicítrico que incrementa el uso de la grasa como fuente de energía y puede ayudar a reducir la formación de tejido graso. También se cree que aumenta los niveles de serotonina en el cerebro, lo que hace que disminuya la sensación de hambre.

La espirulina, un alga dulce que viene de África y México contiene clorofila que ayuda a eliminar toxinas “y favorece la función intestinal, por lo que ayuda a pacientes que sufren de estreñimiento, además se le atribuye efecto saciante y un mejor control metabólico, pero los efectos de la espirulina están todavía en estudio” puntualizan desde el servicio de Endocrinología.

La yohimbina es otro compuesto que se extrae de la corteza de un árbol de África central llamado Pausinystalia Johimbe, que se utiliza para perder grasa porque participa en la oxidación de las grasas además actúa como agente termo-génico, es decir, puede hacer que aumente la temperatura corporal para provocar ciertas reacciones metabólicas que tienen que ver con la quema de grasas y la disminución de tejido adiposo.

Puede provocar aumento de la tensión arterial por lo que es muy importante que un especialista controle su administración. También se utiliza en el tratamiento de la disfunción eréctil por lo que en algunos países está prohibida su venta y consumo.

Otros suplementos que pueden ayudar a la absorción de los ácidos grasos es la L-carnitina, que se encarga de llevar los ácidos grasos a las mitocondrias donde se descomponen y se convierten en energía.

Aunque no hay evidencia científica para poder llamarlo quema-grasa, igual ocurre con el ácido linoleico, una grasa trans presente en la grasa que contienen los lácteos procedentes de las vacas, se cree que las personas con más acido linoleico tienen menos riesgo de padecer diabetes o enfermedades cardiacas, pero su efectividad no está demostrada.

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