Un equipo de ingenieros británicos descubrió que las hebras obtenidas a partir de los hongos filamentosos pueden usarse potencialmente como un material biodegradable y que se repara a sí mismo para la elaboración de un sustituto funcionalmente avanzado del cuero. Los científicos sostienen que las células vivas en el interior de materiales vivos modificados pueden adaptarse a su entorno y modificarse de muchas maneras útiles.

Los investigadores evaluaron las potencialidades del hongo filamentoso ‘Ganoderma lucidum’, que produce una ‘piel’ a partir de filamentos ramificados en forma de hilo, conocidos como hifas, que se entretejen naturalmente en una estructura llamada micelio vegetativo.

Estos materiales a base de micelio fúngico ya se están utilizando en una variedad de campos, desde la construcción hasta los textiles. Sin embargo, el proceso utilizado para producir estos materiales tiende a eliminar las clamidosporas, unas células vegetativas de paredes gruesas y resistentes que se forman en un extremo de la hifa. Estas esporas, que ayudan al organismo a sobrevivir en condiciones desfavorables, pueden ser la clave de las propiedades de autorreparación del material por su capacidad de regenerarse.

Anuncios

“Después de secarlo a 40 °C y plastificarlo con una solución de glicerol al 20%, el material vivo modificado fúngico mantuvo su vitalidad. Nuestro enfoque demuestra que la autocuración se puede lograr con intervenciones mínimas para una variedad de grandes daños después de un período de recuperación de dos días. El procedimiento de curación aumentó la resistencia a la tracción de los materiales de micelio, pero no produjo una diferencia significativa en comparación con las muestras no dañadas”, escriben los investigadores en su artículo, publicado recientemente en Advanced Functional Materials.

“La capacidad de este material de micelio regenerativo para curar defectos micro y macro abre perspectivas futuras interesantes para aplicaciones de productos únicos en reemplazos de artículos de cuero como muebles, asientos de automóviles y ropa de moda”, subrayan los ingenieros. Ellos confían en que después de futuras innovaciones puedan convertir estas delgadas y delicadas ‘pieles’ cultivadas en un cuero más resistente, posiblemente combinando capas o plastificándolo en glicerol.

Publicidad