Bastan cuatro horas de aislamiento social para que un adolescente se sienta muy motivado a buscar alguna forma de recompensa que le haga sentirse bien. Esto puede ser beneficioso si sirve como impulso para buscar interacciones sociales, pero cuando las oportunidades de conexión son limitadas, las recompensas podrían ser menos saludables, como el alcohol o las drogas.
Esta es la conclusión de un estudio que se publica este viernes en la revista Communications Psychology y que encuentra que las personas al final de la adolescencia son particularmente sensibles a la experiencia de la soledad.
“Nuestro estudio demuestra la sensibilidad de los jóvenes a los periodos muy cortos de aislamiento”, afirma Livia Tomova, líder del estudio mientras trabajaba en el Departamento de Psicología de la Universidad de Cambridge y que actualmente trabaja en la Universidad de Cardiff.
Teóricamente, este impulso de buscar recompensas es una adaptación evolutiva que nos ayuda a reconectar con los demás, y aunque se haya desarrollado desde los principios de la humanidad, puede ser satisfecho con las tecnologías actuales.
De hecho, cuando a los participantes del estudio se les permitió interactuar con otras personas en redes sociales, reportaron sentirse menos solos y, como resultado, su necesidad de búsqueda de recompensas se redujo y fue menos drástica.
“Las redes sociales pueden provocar soledad en algunos adolescentes, pero nuestro estudio sugiere que esta relación es compleja”, afirma la autora principal del informe Sarah-Jayne Blakemore, en un comunidad de la Universidad de Cambridge.
Sin embargo, la investigadora señala que si bien las redes sociales pueden reducir algunos de los efectos negativos del aislamiento, “desconocemos los posibles efectos perjudiciales que puedan tener simultáneamente”.
La interacción social es una necesidad humana básica; pero, hasta ahora, se tiene una comprensión limitada de cómo la soledad afecta el comportamiento adolescente, ya que se han hecho pocos experimentos científicos con esta población.
Diversos estudios sugieren que la soledad adolescente se ha duplicado a nivel mundial en la última década, y se ha señalado a las redes sociales como la causa de este fenómenos; sin embargo, las investigadoras que condujeron este estudio afirman que muchos otros cambios en la sociedad también podrían ser responsables.
Las recompensas del estudio
El estudio no expuso a los 40 adolescentes de entre 16 y 19 años con los que se hizo el experimento a conductas de riesgo como el alcohol y las drogas; pero sí a las recompensas fáciles, como ver imágenes de interacciones sociales positivas o juegos donde podían ganar dinero, que en sí puede llegar a generar una forma de adicción.
La conclusión de que podrían verse impulsados a beber alcohol o consumir drogas fue una extrapolación de los resultados del estudio.










