La doctora Bella DePaulo, psicóloga social y autora del libro “Solteros por Naturaleza”, cuenta su experiencia.
Explica que en sus veintes, era feliz siendo soltera, pero siempre esperó que ese sentimiento cambiara, como le decían sus conocidos, lo cual no sucedió.
La doctora señaló que su soltería le permitió tener una vida con absoluta plenitud.
“Con el tiempo me di cuenta de que la soltería era lo mío. Una vez que aceptas esto, puedes invertir plenamente en tu vida como soltero: comprar una casa, perseguir tus intereses y vivir de manera plena”.
Durante años, la especialista se ha dedicado a estudiar las vidas y los niveles de felicidad que reportan los solteros, así como el cambio de su rol en la sociedad.
Indica que hay muchas ideas sobre esta parte de la población, muchas de las cuales están totalmente alejadas de la realidad.
La experta explica que las parejas reciben mucha atención, regalos, respeto e incluso protagonismo en series y películas; de esta manera es que todo parece girar en torno a ellas y a quienes quieren una pareja.
Sin embargo, esta situación ha ido cambiando, pues cada vez son más las personas que deciden permanecer en la soltería, y a medida que crece esta población, se puede cambiar la narrativa.
En un artículo de la BBC, se indica que estudios recientes muestran que a medida que las personas pasan la mediana edad, y viven las décadas posteriores, son cada vez más felices en su soltería.
De esta manera se afirma que las personas solteras ya son felices y con el tiempo lo son aún más.
Las investigaciones indican que al casarse, las personas se vuelven más insulares, se reúnen menos con sus amigos, pasan menos tiempo con sus padres y crean una especie de burbuja.
Mientras que los solteros suelen mantenerse conectados con sus amigos, familiares y otras personas importantes en sus vidas, lo cual los hace más felices con el tiempo.
La especialista llama “solteras de corazón” a quienes disfrutan de su libertad y aprovechan su tiempo a solas para reflexionar, relajarse, ser creativas o desarrollar su espiritualidad.
La psicóloga social de la Universidad de Harvard aclara que esta situación abarca a quienes están solos o solteros por elección, y no a quienes no tienen la cantidad o calidad de interacción social que desean.