Los icónicos anillos helados de Saturno podrían dejar de existir en el futuro para los observadores del cielo que los contemplan a través de sus telescopios, según una nueva investigación.

Un nuevo análisis de los datos captados por la misión Cassini, de la NASA, que orbitó el planeta gigante gaseoso entre 2004 y 2017, reveló nuevos datos sobre cuánto tiempo han existido los anillos y cuándo podrían desaparecer de la vista. Los hallazgos se compartieron en tres estudios publicados en mayo.

Nuestro sistema solar y sus planetas se formaron hace unos 4.600 millones de años, y los científicos llevan mucho tiempo debatiendo la edad y el origen de los anillos de Saturno. Algunos astrónomos sostienen que los anillos brillantes y helados deben ser más jóvenes de lo esperado porque no se han erosionado y oscurecido por las interacciones con meteoroides a lo largo de miles de millones de años.

Los datos de Cassini han dado lugar a un nuevo hallazgo, publicado el 15 de mayo en la revista académica Icarus, que apoya esta teoría de que los anillos aparecieron mucho después de la formación inicial de Saturno. Otros estudios publicados el 12 de mayo en Science Advances y el 15 de mayo en Icarus, respectivamente, llegaron a conclusiones similares.

“Nuestra conclusión ineludible es que los anillos de Saturno deben ser relativamente jóvenes para los estándares astronómicos, con apenas unos pocos cientos de millones de años”, dijo Richard Durisen, profesor emérito de Astronomía en la Universidad de Indiana Bloomington y autor principal de ambos estudios publicados en Icarus, en un comunicado.

“Si nos fijamos en el sistema de satélites de Saturno, hay otros indicios de que algo espectacular ocurrió allí en los últimos cientos de millones de años. Si los anillos de Saturno no son tan antiguos como el planeta, eso significa que algo ocurrió para formar su increíble estructura, y eso es muy emocionante de estudiar”.

Según los investigadores, es probable que los siete anillos estuvieran aún en formación cuando los dinosaurios rondaban por la Tierra.

Los anillos de Saturno

Los anillos de Saturno están compuestos en su mayor parte por hielo y solo un pequeño porcentaje pertenece al polvo rocoso creado en el espacio por fragmentos rotos de asteroides y micrometeoroides. Estos fragmentos, similares a granos de arena, chocan con partículas de los anillos de Saturno y crean escombros flotantes a medida que el material de los anillos orbita el planeta.

Durante el gran final de Cassini, cuando la nave completó 22 órbitas en las que pasó entre Saturno y sus anillos, los investigadores pudieron obtener datos sobre cuántos meteoroides contaminan los anillos, la masa de los propios anillos y la velocidad a la que el material de los anillos llueve sobre el planeta. Todos los datos parecían apuntar a la misma conclusión sobre la menor edad de los anillos de Saturno.

Los investigadores lograron determinar la cantidad de polvo cósmico que se acumula en los anillos helados. A lo largo de 13 años, el Analizador de Polvo Cósmico de Cassini fue capaz de recoger 163 granos de polvo procedentes de más allá del sistema de Saturno mientras giraban alrededor del gigante gaseoso. Los anillos estaban sorprendentemente “limpios”, lo que sugería que no debían de llevar tanto tiempo como para acumular un exceso de polvo cósmico.

Mientras tanto, a medida que los meteoroides se infiltran en los anillos, empujan el material de los anillos más internos hacia Saturno a gran velocidad. Cassini observó que los anillos perdían muchas toneladas de masa por segundo, lo que significa que no les queda mucho tiempo, astronómicamente hablando. Los investigadores estiman que los anillos solo durarán unos cientos de millones de años como máximo.

Investigaciones anteriores habían sugerido que los anillos podrían desaparecer en 100 millones de años.

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