La tecnología tiene cada vez más presencia en el ámbito sanitario. Un estudio de la Fundación Pfizer y la Fundación Fad Juventud ha demostrado que los jóvenes la consideran una fuente fiable y tienen altas expectativas en ella.
Según los resultados del estudio “La innovación tecnológica aplicada al cuidado de la salud. La mirada de adolescentes y jóvenes”, elaborado por la Fundación Pfizer y la Fundación Fad Juventud, los jóvenes consideran beneficioso apoyarse en la tecnología para cuidar su salud.
El objetivo del estudio ha sido determinar hasta qué punto los jóvenes utilizan las tecnologías para temas de salud y cuánto confían en ellas. Asimismo, se han concretado las expectativas que se tienen a largo plazo.
Las conclusiones de este estudio están basadas en los resultados obtenidos de una encuesta realizada a una muestra de 1.504 jóvenes de entre 15 y 29 años. Entre los meses de mayo y junio de este año se llevaron a cabo las entrevistas y talleres con expertos en tecnología y salud.
“Los jóvenes se adaptan con facilidad al progreso tecnológico utilizándolo rápidamente como parte de su estilo de vida. Por ello, nos parecía interesante conocer de qué manera utilizan la innovación tecnológica en cuestiones relacionadas con su salud y bienestar”, expuso el presidente de la Fundación Pfizer, Sergio Rodríguez.
Principales resultados
Los datos recogidos indican que ocho de cada diez jóvenes (un 79,9 % del total de encuestados) afirman estar informados de temas de salud por el uso de herramientas digitales, desde apps a redes sociales.
Así, algunos de los usos más frecuentes de la tecnología en salud son los contadores de pasos, medidores del ciclo menstrual o del sueño y seguidores de dietas.
En el caso de búsquedas en Internet y redes, el uso más extendido para la salud es el dirigido al “cuidado, la prevención y la mejora del bienestar” (79,3 %). Le siguen la “búsqueda de síntomas en caso de no encontrarse bien para saber qué sucede” (69,9 %) y “buscar información sobre algún problema de salud de alguna persona del entorno” (67,1 %).
¿Quiénes se preocupan más por la salud?
Lo cierto es que los jóvenes han demostrado priorizar la salud antes otras muchas cosas. Tener una buena salud es lo que más valoran en esta etapa de la vida (60,2 %), por encima de ganar dinero (46, 3%) o tener buenas relaciones familiares (35,31 %).
Las mujeres le otorgan mayor importancia y, por grupos de edad, son los jóvenes de la franja de entre 25 y 29 años los que más la valoran.
Fiabilidad de las fuentes
Los temas de salud más buscados por los jóvenes en internet y redes sociales son los relacionados con la “actividad física” (40,3 %), la “salud mental” (35%) y la “alimentación y dietas” (34,3%).
Por otro lado, más del 65 % de los encuestados sigue a cuentas relacionadas con la salud y el bienestar. Alrededor del 52 % sigue cuentas o perfiles de profesionales o especialistas sanitarios.
Así, se calcula que, en un promedio de 7,08 sobre 10, las personas jóvenes depositan mayor confianza en la información relativa a la salud proporcionada por profesionales sanitarios que en la que se ofrece en general en Internet y redes sociales.
En cuanto a la elección de las aplicaciones instaladas para el cuidado de la salud, el criterio general es el de uno mismo: cuatro de cada diez jóvenes llegan a estas aplicaciones de forma autónoma. También por recomendación de amistades (23,6 %), familiares (16,4 %), profesionales sanitarios (15 %) o su pareja (13,3 %).
Expectativas y demandas de la tecnología en la salud
Otra de las cuestiones planteadas en el estudio fue sobre las innovaciones o mejoras tecnológicas que se proponen en salud.
En primer lugar, las personas jóvenes consideran que sería un avance importante la mejora de la integración móvil en el sistema sanitario (aplicaciones, smartphones, wearables, etc.) con un 39,6 % de respuestas. En la misma línea, un 37,7 % considera que sería un avance importante “garantizar una atención sanitaria online y telemática de calidad”.
La actividad que más realizan telemáticamente es la de “petición de citas online’’, con un 72,5 % de implementación; el 57,2 % accede a ‘’archivos personales de salud online”; y un 48,7 % emplea las ‘’consultas telemáticas’’, ya sea a través de videollamadas, de chats o de consultas telefónicas.
Los resultados concluyen que los jóvenes no buscan una sustitución del sistema sanitario por las tecnologías digitales, sino que creen que es posible combinarlos.