El cosmonauta de la corporación estatal rusa Roscosmos Oleg Kononenko, quien participa en una expedición de un año en la Estación Espacial Internacional (EEI), ha batido este domingo a las 11:30:08 —hora de Moscú— el récord mundial del tiempo acumulado en el espacio, destronando a su legendario compatriota Guennadi Pádalka.

Durante los cinco vuelos que Pádalka realizó a lo largo de su carrera, pasó en el espacio un total de 878 días, 11 horas, 29 minutos y 48 segundos, lo que le valió el récord absoluto del tiempo acumulativo.

Se espera que Kononenko, que actualmente realiza su quinto vuelo espacial, acumule un total de 1.000 días en el espacio el próximo 5 de junio a las 00:00:20 (hora de Moscú). Mientras que al final de la expedición anual en la EEI, previsto para el 23 de septiembre, el cosmonauta alcanzaría un tiempo total de 1.110 días.

El cosmonauta ruso realizó su primer vuelo orbital el 8 de abril de 2008, en calidad de ingeniero de vuelo de la nave Soyuz TMA-12 y formando parte de la 17.ª expedición a la EEI (EEI-17). Durante la misión, Kononenko realizó dos caminatas espaciales y regresó a la Tierra el 24 de octubre de 2008.

“Es mi trabajo, y no para batir récords”

Entrevistado por RT en Español, Kononenko explicó que vuela al espacio porque es un oficio que le gusta. “Es mi trabajo, y no para batir récords. Es una profesión por la que me interesé y con la que soñé desde mi infancia. Ese interés por la posibilidad de volar al espacio, de vivir y trabajar en órbita me motivan para continuar con mi misión”, señaló.

“Por supuesto que me siento orgulloso de todo lo que he logrado, pero sobre todo el hecho de que los cosmonautas rusos sigamos manteniendo el récord de permanencia del ser humano en el espacio”, confesó.

El consmonauta también reconoció que los vuelos espaciales perjudican a la salud, pero trata de llevar una vida activa. En cuanto al lado científico de su misión actual, indicó que en el espacio llevan a cabo un experimento sobre el crecimiento del tejido vivo.

“En la primera sesión del experimento que realicé en diciembre de 2018, el cuarto vuelo, se consiguió obtener un tejido tridimensional, una creación de ingeniería del cartílago humano y tiroides de rata en base a las células tiróidas de un animal”, recordó.

“Es la primera vez que se lleva a cabo un experimento de este tipo en condiciones de ingravidez”, destacó Kononenko, al sostener que esta investigación le da una “prioridad mundial” a Rusia. “En este vuelo, por primera vez en el mundo, se realizará en la EEI un experimento con la tecnología más moderna, con bioimpresión en 4D, durante el cual está previsto tener equivalentes de órganos tubulares”, explicó, agregando que el ensayo está previsto para marzo.

Otro experimento científico importante en que trabajan es Perepel, que consiste en estudiar “el desarrollo embrionario de polluelos de codorniz japonés en ingravidez”.

La tecnología moderna que facilita el trabajo de los cosmonautas en la EEI también alivia considerablemente su vida, añadió Kononenko. “Hoy en día, no solo podemos usar redes sociales, sino también comunicarnos con la Tierra por video siempre que haya conexión vía satélite, utilizar sistemas de mensajería instantánea y enviar enormes cantidades de datos en tiempo real”, enfatizó.

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