El pasado 22 de agosto, Lisa Cormier, profesora de secundaria, sacó a pasear a su perro por la costa de la isla del Príncipe Eduardo (Canadá) y allí se topó con los restos fosilizados de un animal desconocido que, según los expertos, vivió en nuestro planeta hace 300 millones de años.

“Vi algo que pensé que era una raíz”, dijo Cormier en una reciente entrevista con la CBC. “Y cuando lo miré más de cerca, me di cuenta de que había costillas. Y luego vi la columna vertebral y el cráneo”.

El fósil es pequeño, apenas mide 60 centímetros de largo, pero aún posee características que llevan a los investigadores a pensar que la criatura prehistórica a la que pertenece habitó la Tierra unos 50 millones de años antes que los dinosaurios.

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 La profesora tomó fotos del hallazgo que más tarde fueron enviadas a especialistas. 

John Calder, geólogo y paleontólogo, señaló que parece tratarse de un fósil del final del período Carbonífero y del período Pérmico, con una antigüedad de 300 millones de años, aproximadamente. 

“Un fósil como este aparece cada 50 o 100 años”, declaró Calder. “Quiero decir que no hay una frecuencia real, pero es rara. Y este podría ser un fósil único en el árbol de la vida […] de la evolución de los anfibios, reptiles, mamíferos y nosotros”.

Pese a que aún no ha sido identificado, el paleontólogo cree que, probablemente, se trate de un reptil o de un pariente cercano de estos.

Se han descubierto muy pocos fósiles anteriores a los dinosaurios, por lo que este podría tratarse de una especie completamente nueva.

El personal de Parks Canada ya lo ha retirado de la costa y lo ha trasladado a una instalación de la comunidad rural de Greenwich, donde permanecerá hasta que sea llevado a un laboratorio de paleontología para que los expertos lo analicen.  

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