Un equipo de investigadores de la Universidad de Nueva Inglaterra (Australia) publicó este 9 de mayo en la revista Nature un estudio en el que determinaron las causas del devastador calentamiento global ocurrido hace unos 252 millones de años, que llevó a la extinción de entre el 85 % y el 95 % de todas las especies del mundo.

Si bien ya era sabido por la ciencia que una erupción volcánica ocurrida en el actual territorio de Siberia había contribuido a dicho desenlace, hasta ahora se desconocía por qué el planeta ya llevaba calentándose a ritmos acelerados cientos de miles de años antes.

La nueva investigación revela que los antiguos volcanes de Australia habrían sido los responsables. Entre 256 y 252 millones de años atrás, antes del evento en Siberia, erupciones catastróficas en el norte del actual territorio de Nueva Gales del Sur arrojaron inmensos volúmenes de gases de efecto invernadero a la atmósfera. De hecho, según los científicos, estas “súper erupciones” habrían sido mayores incluso que la de Siberia.

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La evidencia de lo sucedido se encuentra actualmente en las capas de ceniza volcánica en la roca sedimentaria que cubre grandes áreas de la costa este australiana, desde Sídney hasta Townsville.

“Aunque la erosión ha eliminado gran parte de la evidencia, las rocas de aspecto ahora inocuo son nuestro registro de erupciones aterradoras. El espesor y la dispersión de la ceniza producida es consistente con algunas de las mayores erupciones volcánicas conocidas”, explican los investigadores, añadiendo que al menos 150.000 kilómetros cúbicos de lava y cenizas brotaron de los volcanes del norte de Nueva Gales del Sur durante cuatro millones de años, una cifra que los hace similares a los modernos supervolcanes de Yellowstone (Estados Unidos) y Taupo (Nueva Zelanda).

Los depósitos de carbón en las rocas sedimentarias analizadas por los científicos sugieren que, antes de las erupciones, el este de Australia estaba dominado por inmensas extensiones de bosques. Sin embargo, durante un período de 500.000 años, estos bosques fueron consumidos por incendios a medida que la Tierra escupía sus entrañas a través de los volcanes.

A escala global, la subida de las temperaturas llevó al eventual colapso de los ecosistemas, lo que provocó un proceso de extinción masiva y cambió el curso de la evolución de la vida, sentando las bases para el futuro surgimiento de los dinosaurios.

Por lo tanto, los investigadores concluyen que “las súper erupciones de Australia fueron un marcador clave de cambio en el mundo antiguo”.

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