¿Te ha pasado alguna vez que, en medio de una situación estresante, te cuesta recordar hasta las cosas más simples? No estás solo. El puede afectar significativamente nuestra memoria, pero ¿qué podemos hacer al respecto? Los expertos tienen algunas recomendaciones que podrían sorprenderte y ayudarte a mantener tu mente aguda.

Mantener la mente activa es esencial para proteger la memoria del impacto del estrés. Los expertos sugieren actividades que desafíen al cerebro, como resolver crucigramas, sudokus o juegos de lógica. Además, aprender algo nuevo, como un idioma o un instrumento musical, también puede ser muy beneficioso.

La meditación y las técnicas de mindfulness también juegan un papel crucial. Estas prácticas no solo reducen los niveles de estrés, sino que también mejoran la concentración y la memoria a largo plazo. 

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También es importante establecer límites y aprender a decir “no” cuando sea necesario. El exceso de responsabilidades y compromisos puede incrementar el estrés y, por ende, afectar la memoria. 

El ejercicio físico regular es una de las mejores maneras de combatir las tensiones y, a su vez, proteger la memoria. Actividades como caminar, correr o nadar pueden aumentar la producción de endorfinas, las hormonas del bienestar, que contrarrestan los efectos negativos de dicho malestar.

El sueño es crucial para la consolidación de la memoria y la recuperación del estrés diario. Los expertos recomiendan dormir entre 7 y 9 horas por noche para un descanso óptimo. Durante el sueño, el cerebro procesa y almacena la información adquirida durante el día, y un sueño insuficiente puede interferir con este proceso.

¿Cómo regular el estrés para que no afecte tu memoria?

Es importante señalar que la gestión efectiva del estrés es fundamental para proteger la memoria. Una técnica recomendada por los expertos es la respiración profunda y consciente. Tomarse unos minutos para respirar profundamente puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y mejorar el estado de ánimo.

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