El Síndrome de Asperger es una condición que se incluye dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA). Acabar con su estigma es uno de los objetivos a lograr.

Según datos de la Confederación Asperger España, entre 3 y 5 personas por cada 1.000 nacidos tienen este síndrome, aunque se trata de datos estimativos ya que no hay registros oficiales.

Este Síndrome implica unos niveles de inteligencia situados en la media o superiores a esta, un nivel de lenguaje adecuado a su edad cronológica o bien con algunas particularidades, como por ejemplo el uso de un lenguaje adultiforme y/o complejo.

Además, supone ciertas particularidades y dificultades en el área de la comunicación social, la cognición social, presencia de un comportamiento rígido y estereotipado, intereses especiales con una elevada intensidad, etc.

La falta de conocimiento y conciencia sobre ello, prosigue el análisis del Grupo Ita, hace que las personas con condición de Asperger muchas veces sean etiquetadas, estigmatizadas y se les trate de una manera diferente.

Acabar con el estigma del Asperger: Marta y Marc

Marta, paciente de la unidad de neurodesarrollo de Ita Argentona, señala: “Normalmente no me gusta explicar que tengo Asperger a las personas, porque se piensan que es una cosa mala y te rechazan”.

“Una vez en el cole -prosigue Marta- me dijeron ´tienes cara de autista´ y eso no tiene sentido porque todos tenemos caras diferentes, y no hay una característica física concreta como en otros casos”.

Marc, que tiene Asperger, coincide con este “miedo” a hacer pública su condición: “Me daba miedo a que me rechazasen y me daba miedo no tener amigos por ser autista”.

“Cuando quedaba con amigos no les explicaba que tenía autismo porque se metían conmigo y me hacían bromas”, relata este paciente de Ita Argentona.

Grupo Ita: hay mucho desconocimiento de la sociedad

Los especialistas en salud mental del Grupo Ita inciden en que “aún hay mucho desconocimiento por parte de la sociedad cuando hablamos de Asperger: personas asociales, con falta de empatía, problemas para expresarse correctamente, inteligencia superior a la media, creer que se trata de una enfermedad. Todas estas son concepciones que siguen presentes en la sociedad, y nada más lejos de la realidad”.

Muchas de las personas que presentan condición de Asperger tienen deseo social, grupos de amigos y voluntad de encajar a nivel social, aunque a veces no es una tarea sencilla, ya que su forma de procesar la información y su funcionamiento es sencillamente diferente, añaden.

Berta Massaguer, coordinadora de la Unidad de Neurodesarrollo de Ita Salud Mental, expone: “Las personas con Asperger pueden tener dificultades a la hora de identificar sus propias emociones y las de los demás, así como gestionarlas, pero esto no quiere decir que sean personas insensibles”.

Estigma del Asperger: romper los mitos

“Es primordial visibilizar el Autismo y el Asperger, romper los mitos que se asocian a esta condición, ofreciendo información transparente, veraz y ajustada, alejada de los tópicos”, añade este grupo de profesionales.

Berta Massaguer acentúa: “Es necesario romper las barreras existentes con las empresas y que estas sean capaces de poner en valor a las personas con Asperger, puesto que presentan un alto potencial y capacidad para resolver con éxito y eficacia varias tareas y procesos, además pueden aportar una enorme riqueza y potencial a las empresas y a la sociedad en general”.

Según datos de Autismo Europa, entre el 76 % y el 90 % de las personas adultas con TEA está desempleada y no desarrolla una actividad productiva o laboral.

Las personas con Asperger tienen sus dificultades, así como también varios puntos fuertes, como pueden ser la atención al detalle, conocer muchos aspectos sobre sus intereses especiales, capacidad para perseverar, defensa de sus ideales y pensamientos con honestidad y firmeza, destaca el Grupo Ita.

Romper el estigma del Asperger es uno de los objetivos.

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