Gracias a la ciencia sabemos que existen distintos tipos de sangre, que si la A+, la A-, B, O+ y otras, incluso se ha llegado a decir que existe la sangre azul, ¿pero habías escuchado de la dorada?

Los grupos sanguíneos fueron descubiertos en 1901 por el biólogo austriaco Karl Lands-teiner, quien estableció un sistema de clasificación basado en la presencia o ausencia de ciertas proteínas o antígenos en los glóbulos rojos.

De esta manera, creó los grupos A, B, AB y 0. En 1940, Lands-teiner y Alexander Weiner descubrieron otro antígeno, el factor Rh, que añadió otra variable a la clasificación.

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Suena complicado, pero la combinación de antígenos A, B y el factor Rh genera ocho grupos sanguíneos que representan la inmensa mayoría de la población: A+, A-, B+, B-, AB+, AB-, 0+ y 0-.

Pero hay un tipo de sangre extremadamente raro: el Rhnull, también conocido como ‘sangre dorada’.

¿De qué se trata la sangre dorada?

El Rhnull carece del antígeno Rh, lo que significa que sus glóbulos rojos no tienen ninguno de los más de 45 antígenos Rh identificados.

La sangre dorada se hereda, pero ambos padres deben ser portadores de la mutación para que el hijo la tenga, algo muy poco común.

El primer caso de ‘sangre dorada’ se identificó en 1961 en una aborigen australiana. Desde entonces, se han confirmado muy pocos casos en todo el mundo, incluido el descubrimiento reciente de dos mujeres chinas en 2022.

¿Qué la hace tan valiosa?

Es valorada porque los portadores son donantes universales, capaces de ayudar a todas las personas, incluidos aquellos con grupos sanguíneos raros.

Aunque estos individuos solo pueden recibir transfusiones de su propio tipo, lo que representa un riesgo debido a la escasez de donantes.

Una de las características de las personas con Rhnull es que sus glóbulos rojos tienen una vida más corta, lo que puede llevar a diferentes grados de anemia.

Un caso notable es el australiano James Harrison, conocido como ‘el hombre del brazo de oro’, quien donó más de mil 100 veces durante seis décadas y ayudó a salvar la vida de 2.4 millones de bebés.

Harrison tenía una gran cantidad de anticuerpos Anti-D en su sangre, lo que es útil para tratar la enfermedad hemolítica del recién nacido. Se retiró como donante en 2018 a los 81 años, tras superar la edad límite para ser donante.

Sin duda, quienes tengan la sangre dorada son afortunados, pero también enfrentan situaciones complejas.

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