La ‘skincare’ se ha convertido en tendencia durante los últimos años, especialmente entre jóvenes y sobre todo en redes sociales. Es una rutina de cuidado facial que consiste en usar limpiadores, tónicos, sérums y protectores solares específicos. Hay tanta información y oferta de productos, sin embargo, que muchas personas no saben cómo cuidar su piel de manera adecuada. La dermatóloga del Hospital Clínico San Carlos Carmen Carranza nos informa sobre los riesgos y nos ofrece recomendaciones.
Dice la especialista sobre las rutinas skincare: “Muchas veces, detrás de esas noticias, no tenemos un médico detrás; de hecho, en la mayoría de las ocasiones, no está la noticia avalada por un profesional de la salud”.
Añade: “Es importante resaltar lo que necesitamos para esta rutina de cuidado de la piel porque se ha implementado como una rutina muy complicada, con 10-12 pasos, un cóctel molotov de cosméticos que en muchas ocasiones no es necesario”.
Consejo número 1: supervisión médica
Como punto principal, Carranza aconseja visitar a un especialista antes de utilizar productos de skincare. “Si tienes alguna patología en la piel y utilizas un producto sin saber muy bien qué resultado puede obtener, te puede irritar, te puede sensibilizar”.
Un profesional, sin embargo, se adapta a cada tipo de piel e indica qué pauta se debe seguir y cómo se deben aplicar los productos.
Por ejemplo, en casos de piel acnéica, la doctora recalca que “es fundamental” acudir al dermatólogo en lugar de utilizar productos de skincare sin supervisión médica.
En la misma línea, utilizar productos que nos ha recomendado un amigo o que hemos visto por TikTok puede resultar perjudicial para nuestra piel e incluso, pueden tapar aún más el poro, empeorando el brote de acné.
“Los productos cosméticos son un complemento más, pero no van a ser el tratamiento que nos va a curar el acné”, aclara, ya que en muchas ocasiones es necesario un tratamiento oral.
La importancia del protector solar
¿Y para una piel madura y seca? Explica la doctora que en este caso es “fundamental” un protector solar porque el efecto del sol es lo que “a la larga” más “envejece la piel”.
“Un buen protector solar que además nos resulte agradable en su textura, que nos quede bien en la piel. Incluso algunos ya tienen para las mujeres efecto maquillaje”, puntualiza antes de hacer hincapié en que debería usarse durante todo el año, no solamente en verano. Y antes de aplicar el propio protector solar, es posible el uso de una crema hidratante.
Sería ya de noche cuando se hacen más convenientes “agentes transformadores de la piel” como ácido retinoico o alfahidroxiácidos, porque es precisamente por la noche cuando se recomienda “establecer una rutina para mejorar la calidad de la piel”. “Pero –matiza– no necesitamos utilizar siete cosméticos; como mucho, dos o tres”.
Cuatro puntos a tener en cuenta
Saber lo que puedes esperar de un producto
Además de la supervisión profesional, antes de usar un producto de cuidado facial, Carranza plantea una recomendación muy importante para empezar: “Saber por qué lo utilizamos y qué vamos a esperar de ese producto”. “Porque hacerlo un poco porque lo hemos escuchado en redes sin saber para qué nos sirve es un error”, añade.
Cuidado si mezclas
Advierte, además, de que no se deben mezclar muchos productos, porque a parte de ser innecesario, pueden irritar la piel. Hay productos que al combinarlos pueden ser agresivos para nuestra piel.
Por ejemplo, un principio activo como el retinol, junto con el ácido glicólico (para favorecer la renovación de la piel), “se pueden potenciar y pueden irritar”, alerta la experta. Por ello, mejor alternarlos.
Diferencias entre usar por el día o por la noche
Hay productos que se deben utilizar por el día o, por el contrario, por la noche. Por ejemplo, los retinoides con la luz del sol se inactivan, de modo que los dermatólogos indican utilizarlos por la noche.
Por lo general, hay una zona en la cara que tiende a ser más grasa: la zona T, donde “se concentra la mayor cantidad de glándula sebácea”. Comprende la zona del dorso nasal, la cabeza de las cejas y la cara lateral nasal.
En esta zona, Carmen Carranza recomienda utilizar, por las noches, productos como ácido glicólico, salicílico o retinol para controlar el exceso de sebo.
Máxima precaución con los menores
Carranza critica el uso de productos de skincare en niños y niñas, e insiste en que los profesionales de la salud pongan el foco ante esta situación. “Los niños no necesitan hacer una rutina de skincare”, asegura
La piel de los niños “es una piel muy sensible”, y por lo tanto, debe protegerse del sol. Las quemaduras solares durante la infancia son un factor de riesgo a desarrollar cáncer de piel en el futuro. Por ello, la doctora recomienda utilizar protección solar durante la infancia más allá de rutinas de skincare.
La rutina de cuidado de la piel debe ser diferente en pieles maduras y en pieles más jóvenes.
Cinco productos básicos en una rutina de skincare
La dermatóloga del Hospital Clínico San Carlos nos ofrece estas recomendaciones básicas y generales para una rutina de skincare:
- Higiene de la piel. Lavar la piel antes de aplicar los demás productos con una solución micelar o con una espuma limpiadora.
- Agente transformador. En general, cuando queremos mejorar la calidad de nuestra piel, estos productos como el ácido retinoico, alfahidroxiácidos, sirven para “favorecer la renovación de esa piel y mejorar calidad, textura, la apariencia de manchas…”. Se debe aplicar por la noche.
- Antioxidantes, como la vitamina C o el ácido ferúlico, principios activos que ayudan a mejorar la luminosidad de la piel y la textura y a aclararla.
- Crema hidratante. Si notamos la piel más tirante, “y más después del verano, que es cuando la piel se seca más”.
- Protector solar. Es importante utilizarlo todos los días, tanto en verano como en invierno, “porque la radiación ultravioleta está todo el año”. Debe aplicarse todas las mañanas como último paso de la rutina de skincare.









