¿Hasta cuándo podremos estirar nuestra vida? ¿La ciencia lo hará posible? Las preguntas arreciaron con fuerza cuando en septiembre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el máximo mandatario chino, Xi Jinping, fueron descubiertos por un micrófono hablando de llegar hasta los 150 años. El diálogo recolocó en el primer plano todo lo que la ciencia puede hacer por alargar nuestras vidas y todo lo que determinados suplementos están ya haciendo.
El mercado de la suplementación destinada a aumentar la longevidad es masivo. La oferta, inabarcable. Con motivo de su 36ª reunión en Madrid, a finales de octubre, el Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET), grupo de trabajo de la Academia Española de Dermatología y Venereología, radiografió este territorio.
Mediante un comunicado, difundió unas declaraciones del dermatólogo Jorge Soto sobre el estado actual de los fármacos y componentes que ayudan en la vejez, y sobre cuáles son las moléculas más seguras y la importancia de la geroprotección en busca de un buen envejecimiento.
A continuación, lo más destacado:
Rapamicina, metformina y la «prolongevidad»
”En este momento hay muchas moléculas en análisis, pero los dos fármacos más relevantes son la metformina y la rapamicina”, asegura el doctor.
Recuerda GEDET que la metformina es un fármaco que ayuda a controlar la cantidad de glucosa en sangre, es decir, un antidiabético. Se estima que retrasa el envejecimiento al mejorar el metabolismo celular.
La rapamicina, en cambio, es un fármaco con una actividad inmunosupresora alta. Numerosos estudios en ratones están incrementando su esperanza de vida notablemente. Aun así, Soto incide en que “no son válidas las investigaciones en animales para extrapolarlas a los humanos”.
Soto, además, destaca que aún no se conoce la dosis adecuada y que «habitualmente» generan «más efecto en las mujeres».
Y asegura: «Aunque el panorama sobre la metformina y la rapamicina como medicamentos antienvejecimiento es prometedor, a falta de saber la dosis, la seguridad y la predicción de respuesta, aún es pronto para poder ser utilizados”.
Las mejores moléculas son las de origen natural
Hay «mucha confusión» sobre los activos de actividad biológica, apunta GEDET en el comunicado, antes de incidir en que la oferta se basa en gran medida en técnicas de marketing. «No está claro el efecto que producen muchos de ellos», agrega.
En esta línea, a juicio de Soto, «existen muchos cofactores simultáneos, por ejemplo en el caso del colágeno». «Quien lo ingiere», añade, «es posible que también lo utilice en cosmética, y es muy difícil saber si la supuesta mejora viene de aquí o de allá».
Existen tres moléculas de origen natural con mayor verosimilitud y seguridad, ya que tienen mecanismos biológicos conocidos. Para GEDET, «son las tres que quizá, en un futuro cercano, «se puedan incorporar como ingredientes para vivir más y mejor». Soto ahonda en ello: “No parecen interferir con otros mecanismos de envejecimiento y su toxicidad es prácticamente inapreciable”.
Aun así, recalca que todavía no se conoce la dosis exacta y la forma de administración correcta.
Estas tres moléculas son:
- La quercetina es un antioxidante y flavonoide bastante efectivo con propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a fortalecer al sistema inmunológico.
- La espermidina elimina componentes inservibles de las células promoviendo la autofagia, el proceso en el que estas se limpian a sí mismas.
- La curcumina, que se encuentra en la cúrcuma, un antioxidante y antiinflamatorio natural que funciona como protector de las células del daño y del envejecimiento prematuro.
¿Qué es la geroprotección? ¿Qué un ‘weekend warrior’?
El dermatólogo de GEDET asegura que para que la población disfrute de un envejecimiento saludable lo más trascendente es la geroprotección. ¿Qué es? Se trata de la protección del envejecimiento acelerado y de las enfermedades intrínsecas.
¿En qué se basa? Soto destaca que ”el secreto está en la actividad física permanente y una dieta correcta”.
“Yo soy firme defensor de la dieta 90-10 para que sea sostenible; es decir, consumir un 90 % de productos naturales, básicamente vegetales y carnes blancas y pescado (reduciendo carnes rojas), grasas buenas y pocos cereales. El otro 10%, lo que nos apetezca”, explica.
En relación al ejercicio, apunta a la importancia del equilibrio entre fuerza, cardio y estiramientos.
El ejercicio de fuerza, en particular, produce mioquinas, que son proteínas y péptidos que el músculo libera durante la contracción para actuar como mensajeros en el cuerpo.
Los beneficios en la salud son: mejora del metabolismo de la glucosa y las grasas, refuerzo de la función cerebral, reducción de la inflamación y fortalecimiento de la salud cardiovascular e inmunológica.
El doctor menciona el concepto de «weekend warriors», útil para aquellos que solo pueden ejercitarse durante el fin de semana. «Cualquier cantidad de ejercicio merece la pena», sostiene.










