La fotógrafa mexicana Graciela Iturbide, Premio Princesa de Asturias de las Artes 2025, ha opinado este martes que términos como «surrealismo» o «realismo mágico» son «etiquetas» que los europeos ponen a las manifestaciones artísticas latinoamericanas y que no se corresponden con la realidad.
En una rueda de prensa en Oviedo, donde el viernes recibirá el galardón en una ceremonia presidida por los reyes de España, Iturbide ha rechazado que su fotografía sea «neorrealista» o «surrealista», como en algunas ocasiones se la ha calificado, y también ha afirmado no tener «esta cosa que llaman realismo mágico».
«Yo lo voy a decir con mucha pena, pero creo que son etiquetas que nos ponen los europeos a los latinoamericanos, mil disculpas, pero acostumbran a ponernos etiquetas que no nos corresponden, yo soy mexicana, mi país es maravilloso y es lo que fotografío», ha subrayado.
La fotógrafa ha narrado cómo, con ocasión de la recogida de un premio en Francia, le dijeron que su fotografía era «surrealista» o que estaba relacionada con el «realismo mágico».
«Yo les decía, ustedes han calificado a Vargas Llosa, a García Márquez, a Rulfo, a Onetti, de escritores de realismo mágico y léanlos ahora y verán que no tienen que ver absolutamente nada uno con el otro», ha argumentado.
Un reconocimiento a los fotógrafos latinoamericanos
Iturbide, que ha reivindicado la necesidad de reconocer más el trabajo de los fotógrafos latinoamericanos, ha asegurado que aunque el premio se lo hayan dado a ella, lo va a compartir con «todos» los compañeros latinoamericanos que se lo «deben merecer» porque muchos de ellos son «grandes fotógrafos».
A este respecto, la fotógrafa ha señalado que el único fotógrafo latinoamericano que ha recibido el Premio Princesa de Asturias de las Artes antes que ella ha sido el brasileño Sebastião Salgado, cuya muerte «curiosamente» tuvo lugar el día en el que le comunicaron a ella que había ganado, lo que hizo que fuera un día «agridulce».
La fotografía analógica
Por otro lado, Iturbide ha señalado que, para ella, tomar fotos con su cámara analógica es «un ritual» y que le gusta seguir «trabajando con el papel», revelar sus rollos y «descubrir» lo que ha tomado. como «ritual»
«En México todavía puedo encontrar materiales, editar materiales, aunque no muchos, para poder seguir haciendo mi fotografía, que es un ritual para mí, revelar el rollo, ver mis contactos y poder elegir las fotos que he tomado», ha dicho.
«Para mí hay dos momentos decisivos, cuando tomo por sorpresa lo que veo y cuando con sorpresa me gusta o rechazo lo que he tomado», ha añadido.
Iturbide ha pronosticado que, aunque el mundo de la fotografía «como todo» va a «seguir cambiando», la fotografía analógica va «a seguir existiendo», porque muchos fotógrafos que se han dedicado al digital «han vuelto al analógico», si bien «cualquier medio es bueno» y todo depende «del resultado del ojo de quien toma la foto».
«Fascinada» con las Islas Canarias
Con respecto a su próximos trabajos, la fotógrafa ha confesado sentirse «fascinada» con las Islas Canarias, donde ha podido fotografiar recientemente elementos como «los volcanes», «la lava» o «los cactus» y a donde planea regresar pronto. En general, ha dicho que «adora España» y que le encantaría seguir trabajando en el país.
Asimismo, la Premio Princesa de Asturias de las Artes ha confesado que hay «solamente una» fotografía que no pudo tomar y le habría gustado hacerlo, la de una «señora ya mayor vestida de novia» que iba camino de la boda en «un pueblo pequeñito de México», con su madre «ya grande» recogiéndole la cola del vestido.
Según ha narrado, era una escena que «era como del neorrealismo italiano», como si estuviera «viendo una película», o de Pasolini, o de Fellini, pero se quedó «tan maravillada» con esa escena que no pudo tomarle la fotografía.








