Tras el descalabro que sufrió el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las elecciones del 1 de julio, el dirigente estatal Américo Zúñiga Martínez dejó entrever que será removido del cargo.

Pese a que convocó a una conferencia de prensa para “poner a disposición” de la militancia su dirigencia, admitió que la derrota del PRI obligará a los bases a analizar su dirigencia.

“Pongo a consideración mi responsabilidad frente al Comité Directivo Estatal ante los verdaderos priistas, ante la militancia que no se rinde y cree en los postulados de nuestro partido. Quien piense que con algunos cambios en la dirigencia se puede retomar el rumbo, es un síntoma de que no entendieron el mensaje claro de los mexicanos”.

No obstante, Zúñiga Martínez “repartió culpas” y llamó traidores a quienes se pronunciaron a favor de un candidato distinto a José Francisco Yunes Zorrilla para la gubernatura en el estado.

Por ello, advirtió que habrá sanciones contra dirigencias que apostaron por hacer desaparecer al partido y apoyaron a otros candidatos; en clara referencia a la asociación antes priista “Vía Veracruzana”.

“Quienes traicionaron a nuestro partido hasta públicamente para sumarse a otras fuerzas políticas habrán de ser sancionados y expulsados de nuestras filas. Aquellas dirigencias que nos traicionaron y aquellos militantes que con su acción u omisión quisieron ver al partido derrotado, la verdad es que no lo lograron”.

Y es que dijo que el partido está pasando por una de sus más grandes crisis desde su creación, y que la misión es retomar las causas del partido, que or ahora lo mantienen en ser la tercera fuerza política del estado y la nación.

Publicidad