Alrededor de 100 horas, son las que les restan con fuero a los actuales diputados federales, particularmente aquellos que fueron funcionarios estatal en la era duartista, y a quienes en su momento, Miguel Ángel Yunes Linares acusó de corruptos y de ser parte de la red de saqueadores de Veracruz.

Sin embargo, ese discurso que tachaba a todos por igual fue menguando, al grado de que algunos nunca fueron mencionados por su nombre, a otros se les dejó de llamar corruptos, y sólo hoy en día tres enfrentan procesos penales en su contra, por parte de la Fiscalía General del Estado.

Se trata de Tarek Abdalá Saad, Alberto Silva Ramos y Adolfo Mota Hernández, incluso a los dos primeros se les intentó desaforar pero el PRI los protegió desde la Cámara de Diputados.

Hay otros personajes que fueron parte del gobierno duartista, pero se les ha dejado de mencionar como el caso de Noemí Guzmán Lagunes; y a otros, a los que Yunes Linares jamás ha insinuado por equivocación como Erick Lagos Hernández.

Aunque existen muchos rumores, versiones, trascendidos y creencias de lo que ocurrirá con estos ex funcionarios duartistas a partir del 1 de septiembre, en concreto sólo está confirmada la orden de aprehensión contra el ex tesorero Tarek Abdalá, tanto por parte de la Fiscalía de Veracruz como por la Procuraduría General de la República, sin embargo tal legislador ya se encuentra viviendo en Estados Unidos.

Del ex vocero duartista, Alberto Silva Ramos, de igual forma, existe confirmación de una orden de aprehensión en su contra, aunque su último paradero era intermitente entre la Ciudad de México y el estado de Chiapas.

En el caso del resto, es común ver en Xalapa a Noemí Guzmán, Adolfo Mota, y a Erick Lagos Hernández.

Dependiendo si usted lee esta nota la mañana de este lunes o ya entrada la noche, será que varíen las horas que les restan con fuero a estos diputados federales, pero si usted la observa a partir de este martes, es un hecho que serán menos de 100 horas de protección a los legisladores federales y ex colaboradores de Javier Duarte.

Sobre ellos, pesan tanto acusaciones formales, como mediáticas sobre presuntos hechos de corrupción en el desvío de recursos, que quizá sólo algunos tengan que enfrentar ante instancias jurisdiccionales.

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