En 16 meses de gobierno son notablemente escasos los resultados conseguidos por el gabinete de Cuitláhuac García Jiménez. Y a pesar de tan magros logros en su primer año, el gobernador solo se fijó en la actuación de dos mujeres funcionarias que fueron cesadas: la primera contralora general y la primera directora del DIF estatal. Los demás colaboradores, aún con los señalamientos de ineptitud, insensibilidad o falta de compromiso, continúan simulando operatividad en sus oficinas y beneficiándose con los sueldos y prerrogativas de esos cargos.
En estos días se habla mucho de subejercicios y de urgencias en soltar licitaciones de obras hasta por dos mil millones de pesos. Pero en este tema, habrá que recordar la eterna observación en la construcción de infraestructura, que ha hecho la Auditoría Superior de la Federación (ASF): Las obras terminan construyéndose con incrementos incluso mayores al 50% del costo original debido fundamentalmente a la carencia de proyectos completos y bien elaborados. Esa ha sido una falla en los tres órdenes de gobierno. El tren México-Toluca es un caso de alarma.
En Veracruz existen secretarios que no pueden con el paquete que les encomendaron. Hay fuertes subejercicios en áreas que construyen obra, en oficinas que manejan presupuestos para el desarrollo social y en el sector agropecuario. Pero también hay incapacidades gravísimas en los sectores de seguridad y salud. Ojalá y no llegue al estado la epidemia del coronavirus, porque sus temibles consecuencias serían motivo hasta de cárcel para los funcionarios implicados y para toda la cadena de mando.
El primero de marzo anterior, Palabras Claras desveló estas circunstancias en el editorial EL SECRETARIO HERRERA VINO A DESPERTAR A CUITLÁHUAC. Ese día se señaló lo siguiente:
“Los graves problemas de inseguridad en el territorio, la desatención del sector salud, la ausencia de política social y de obra pública relevante y la evidente incapacidad e irregularidades en que incurren varios funcionarios cuitlahuistas, constituyen el inocultable sello del gobierno morenista de Veracruz.”
“Cuitláhuac García ha cerrado los ojos y permite ineficiencia y abusos de sus funcionarios. Y resulta revelador que la llegada de funcionarios importantes como el titular de la ASF o de SHCP, dé pauta a que se desaten columnas y comentarios sobre la corrupción o el castigo de exgobernantes, no así, el anuncio de obras importantes o programas.”
“Lo más necesario es que el enviado del presidente López Obrador, le haya dado al gobernador el mensaje andresiano de que no basta con envolverse en la bandera de la honestidad, sino que se requieren resultados ya, antes de las elecciones que vienen. Porque nadie cree que el funcionario de hacienda hubiera venido a “constatar los avances y el buen manejo”, como insisten en publicitar. ¿Un viaje para nada?”
“Para salvarse, es preciso que Cuitláhuac entienda el clamor veracruzano y la señal enviada desde Palacio Nacional…”
Es evidente que así ocurrió en esa visita del secretario Herrera. Por esa causa, Roberto Ramos Alor, Elio Hernández Gutiérrez, Guillermo Fernández Sánchez, Eduardo Cadena Cerón, Xóchtl Arbesú Lago, Hugo Gutiérrez Maldonado y varios subsecretarios y directores que colaboran con ellos, podrían estar preocupados de una evaluación de sus áreas y programas, ordenada expresamente por el ejecutivo federal, toda vez que la gente ya se hartó de discursos y de que la ausencia de resultados sea culpa de otros. Y es que la demagogia produce muchos candidatos, pero jamás ha fabricado votos.
