La pequeña Adhara Pérez vive en un condominio humilde en la Ciudad de México, pero sueña en grande y quiere ser astronauta para colonizar Marte. A los ocho años, tiene un coeficiente intelectual de 162 y su inteligencia ha sido comparada con la de reconocidos científicos, como Albert Einstein y Stephen Hawking.

La niña, que ya es una celebridad en su país, tiene el síndrome de Asperger, un trastorno dentro del espectro autista que le diagnosticaron a los tres años, pero esta condición no le impidió terminar la primaria a los cinco, la secundaria a los seis y poco después, completar el bachillerato en el Instituto de Tláhuac.

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Actualmente, Adhara cursa dos carreras universitarias en línea en la Universidad Tecnológica de México (UNITEC), donde estudia Ingeniería Industrial en Matemáticas, y en la Universidad CNCI, donde recibió una beca completa para estudiar Ingeniería en Sistemas. Su próxima meta es ingresar en la Universidad de Arizona para estudiar astrofísica, según contó a Infobae.

“Me decía: ‘Mamá, ¿a dónde van los inteligentes?’ Y yo le decía, ‘creo que van a Harvard’. Y ella me decía, ‘¡no, van a Arizona!, yo quiero estar ahí'”, recordó su madre Nallely Sánchez, entrevistada por el medio. Hablando sobre el síndrome de Asperger de su hija, la mujer señaló que los niños con este trastorno, aparentemente, “están en un mundo que lo crean ellos”. “En el caso de Adhara, su mundo es el espacio”, explicó.

La niña prodigio incluso llegó a formar parte de la lista de Forbes de las mujeres más poderosas de México en 2019, donde apareció justo al lado de la investigadora espacial mexicana Carmen Victoria Félix, a la que admira mucho.

Adhara también asistió a clases en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en calidad de oyente y ahora está aprendiendo inglés para cumplir su sueño de estudiar en Arizona. Su madre espera llevarla a EE.UU. cuando cumpla 10 años y termine sus dos licenciaturas, pero aún no sabe cómo va a costear las ambiciones de su hija.

Si bien ya le ofrecieron una matricularla en el establecimiento y prometieron pagar el vuelo y el alojamiento para que Adhara vaya al campus a presentarse en los exámenes, dependerá de los resultados de las pruebas y del director de la Universidad de Arizona si le van a conceder alguna beca a la menor. “Tenemos que echarle ganas a la economía para que no se frustre”, agregó la madre, lamentando que México ya no ofrece ayudas para niños superdotados.

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