Decenas de miles de mexicanos viajaron a las playas del país durante los días de descanso por la Semana Santa, pese a las advertencias de las autoridades sanitarias de quedarse en casa y prevenir una tercera ola de COVID.
Aunque las hospitalizaciones y contagios han bajado y hay 7 estados en verde; 18 en amarillo y 7 en naranja, la ola de la emergencia no ha terminado.
Previo a las vacaciones la Secretaría de Salud presentó decálogo para unas ‘vacaciones seguras’ en Semana Santa.
Éste incluía asistir a lugares con poca gente, a lugares al aire libre, pero si era posible quedarse en casa.
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Este fin de semana las playas de Acapulco y Cancún lucieron abarrotadas.
Por su parte, autoridades de Yucatán decidieron cerrar los accesos a la playa de Puerto Progreso para evitar concentración de gente. Esta medida también la tomaron autoridades de Campeche y Tijuana, Baja California.
El pasado 4 de marzo, Ricardo Cortés Alcalá, director general de Promoción de la Salud, alertó, durante la conferencia vespertina de este martes, que el desplazamiento de la población y las actividades de convivencia durante las vacaciones podrían ocasionar esa tercera ola.
Frente a ese riesgo, Cortés Alcalá hizo un llamado a los gobiernos estatales y municipales para definir las actividades que se podrían cerrar para evitar aglomeraciones y pidió a la población no abandonar las medidas de precaución sanitaria.
Guadalupe Soto Estrada, académica del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, dijo hace unas semanas a Animal Político que las vacaciones eran un riesgo.
“Todos van a querer desconfinarse, pero hay que insistir en que la epidemia sigue activa y debemos seguirnos cuidando. No se pueden relajar las medidas sanitarias, al menos en todo este 2021”.