Las mafias del narcotráfico han logrado adaptarse a las restricciones generadas a escala global por la pandemia del coronavirus y durante el último año han podido diversificar sus cadenas de distribución en el mercado mundial.
Así lo advierte el más reciente informe sobre drogas 2021, publicado este viernes por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en el que se realiza un análisis sobre los efectos de la pandemia y como han aumentado los riesgos relacionados al uso de estupefacientes.
Según el documento, los narcotraficantes han podido reanudar “rápidamente sus operaciones” después de la interrupción inicial que se experimentó al inicio de la pandemia. Esto, añade el texto, ha acelerado las dinámicas de tráfico preexistentes en el mercado mundial de drogas ilícitas con un aumento sustancial, tanto en la cantidad como en la frecuencia de los envíos.
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Según indica el estudio, esta dinámica la han logrado al aumentar la frecuencia de las rutas terrestres y fluviales, así como el uso de aviones privados y los “métodos sin contacto” para realizar las entregas.
“La resistencia de los mercados de drogas durante la pandemia ha demostrado una vez más la capacidad de los traficantes de adaptarse rápidamente a entornos y circunstancias cambiantes”, señala el reporte.
Aumento de envíos de cocaína a Europa
El informe también resalta que estas múltiples cadenas de suministro ilegal han logrado llevar mayor cantidad de cocaína a Europa.
Además, el narcotráfico ha apostado a mejorar la calidad de la droga mientras la ofrecen a un menor precio, lo que ha generado mayor interés entre los consumidores y su expansión en el territorio europeo. “Es probable que esto amplíe el daño potencial causado por la droga en la región”, advierten los expertos.
El análisis también señala que la pandemia ha traído un rápido avance de la innovación tecnológica para la comercialización de medicamentos y otras sustancias, situación particular que puede ser aprovechada por el narcotráfico.
“La rápida innovación tecnológica, combinada con la agilidad y adaptabilidad de quienes utilizan nuevas plataformas para vender medicamentos y otras sustancias, probablemente marque el comienzo de un mercado globalizado en el que todos los medicamentos estén más disponibles y accesibles en todas partes. Esto, a su vez, podría desencadenar cambios acelerados en los patrones de uso de drogas y tener implicaciones para la salud pública”, agrega el informe.
Dificultades económicas y el mercado del narcotráfico
El documento también aborda el tema de las dificultades económicas generadas por el covid-19 y cómo esta situación pudiera resultar beneficiosa para los narcotraficantes que se aprovecharían de personas en vulnerabilidad para introducirlas en el negocio ilegal.
Según los especialistas, las comunidades más frágiles y expuestas podrían recurrir al aumento de cultivo de drogas ilícitas.
Además, “el impacto social de la pandemia, que impulsa un aumento de la desigualdad, la pobreza y las condiciones de salud mental, en particular entre las poblaciones ya vulnerables, representan factores que podrían empujar a más personas a consumir drogas”.
En cifras generales, el análisis detalla que durante el último año 275 millones de personas consumieron drogas. De ese total, 36 millones sufrieron trastornos por su consumo.
El estudio concluye que las drogas derivadas de opioides siguen siendo las más mortales. Asimismo, advierte que medicamentos como la metadona y la buprenorfina se han vuelto cada vez más accesibles a pacientes farmacológicos durante las últimas dos décadas.