La Asociación Comercial de la Industria de Armas de Fuego (NSSF) de Estados Unidos, rechazó las acusaciones de México de que los fabricantes de armas de Estados Unidos participaron en prácticas comerciales negligentes, como el tráfico; sólo se busca a un chivo expiatorio.
El organismo destacó en un comunicado que todas las armas de fuego que se venden al por menor dentro de los Estados Unidos se venden de acuerdo con las leyes federales y estatales, con una verificación de antecedentes del FBI y formularios completados.
“Las acusaciones de tráfico transfronterizo de armas al por mayor son evidentemente falsas”, reviró la NSSF a la demanda presentada por México.
“Estas acusaciones carecen de fundamento. El gobierno mexicano es responsable del crimen desenfrenado y la corrupción dentro de sus propias fronteras ”, dijo Lawrence G. Keane, vicepresidente Senior y Asesor Jurídico de la NSSF.
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“La actividad delictiva de México es un resultado directo del tráfico ilícito de drogas, la trata de personas y los cárteles del crimen organizado que plagan a los ciudadanos de México. Son estos cárteles los que hacen un uso indebido delictivo de armas de fuego importadas ilegalmente a México o robadas al ejército mexicano y a las fuerzas del orden público”, destacó
Asimismo, detalló que en lugar de buscar el chivo expiatorio de las empresas estadounidenses que respetan la ley, las autoridades mexicanas deben concentrar sus esfuerzos en llevar a los cárteles ante la justicia.
El comunicado Keane señala que el Gobierno mexicano, que recibe una ayuda considerable de los contribuyentes estadounidenses, es el único responsable de hacer cumplir sus leyes, incluidas las estrictas leyes de control de armas del país, dentro de sus propias fronteras.
Por ejemplo, dice, se ha verificado que menos del 12 por ciento de las armas incautadas en México en 2008 provienen de los Estados Unidos.
En 2008, aproximadamente 30 mil armas de fuego fueron incautadas a delincuentes en México.
De estos, solo 7 mil 200 (24 por ciento) se enviaron a la ATF para su seguimiento. El gobierno de Estados Unidos también vende armas de fuego directamente al gobierno mexicano.
Los soldados mexicanos continúan desertando para trabajar para los cárteles de la droga, llevándose consigo sus rifles de servicio fabricados en Estados Unidos, destaca el comunicado.
En los últimos años, el número de deserciones se ha disparado a más de 150 mil, por lo que rechazan la demanda hecha por México.