La marcha de Zacatecas es la mundialmente conocida marcha militar que nació en esa entidad federativa. Una bella composición musical a la que se le considera como el segundo himno nacional mexicano y también como la pieza instrumental predilecta en la fiesta charra.

El tema viene a colación a dos meses de que se inició el rectorado de Martín Aguilar en la Universidad Veracruzana, después de ocho años de mediocridad en la máxima casa de estudios de este estado. Y mucho se recuerda el programa institucional de esa fallida y opaca gestión, cuyo mensaje rectoral inicial se centró en términos como tradición, honestidad, innovación y congruencia, aspectos meramente discursivos que olvidó la docta Sarita

Pero el tema también surge al observar en suelo jarocho, varios detalles similares a los que acontecen en torno a la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) en estos momentos. Sólo basta reflexionar sobre algunas circunstancias prevalecientes en estos tiempos de transformación obradorista.

Primero debemos recordar cómo fue la llegada de Martín Aguilar a la UV, al que se atribuyó su filiación con importantes personajes de la 4T. En segundo lugar, es preciso observar la serie de ataques del presidente López Obrador a la estabilidad de la UNAM. En tercer lugar, hay que considerar las fallas y carencias en el sistema de universidades Benito Juárez, que impulsa el ejecutivo federal, sumamente difíciles de resolver. Por último, debe resaltarse la reciente intervención del subsecretario de la SEP en la UAZ, donde ha puesto en marcha una prueba piloto enfocada a un nuevo esquema universitario para masificar a esa institución buscando aumentar la matrícula y que “mire hacia los problemas sociales del estado y participe en su pronta solución”.

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Y esto es lo que se percibe en la actitud y en los anuncios que hace el rector de la Universidad Veracruzana: primero dijo que quiere aumentar la matrícula -se sabe que la normatividad estípula un número determinado de alumnos en clases, no más-, pero que dará la misma calidad de enseñanza. Ahora ha anunciado una serie de foros regionales para elaborar el programa cuatrianual de actividades de su gestión. En todo este proceso insiste en el discurso de los derechos humanos y en la democratización. 

Mientras tanto y en dos largos meses, el titular de la UV no ha podido arreglar el problema suscitado en uno de los institutos en torno al doctor Emilio Ribes Iñesta, porque, a su decir, “es muy complejo” (y seguramente bastante tardado en solucionar, como ya se comprueba).

Palabras Claras abordó este caso en pasado editorial: “Y en el mismo sentido habría que mencionar el bajo nivel que no abandona a la Universidad Veracruzana, que en uno de sus centros de investigación y doctorado está afectando injustamente a Emilio Ribes Iñesta, un científico y académico con reconocimiento nacional e internacional por sus aportaciones al análisis experimental de la conducta. Habrá que informarle al señor rector, que el doctor Ribes fue uno de los integrantes del célebre Grupo Xalapa —uno de los más influyentes en la evolución de la Psicología como disciplina científica en el país y como carrera universitaria— en la primera mitad de la década de los sesenta, cuando en México sólo existían licenciaturas de psicología en la UNAM, en la Universidad Veracruzana y en la Universidad Autónoma de Puebla. En la UV esta posibilidad se concretó en el año de 1963, gracias a la persistencia de ese compacto grupo de intelectuales locales y foráneos que hicieron historia y que encabezaban los psicólogos Víctor Alcaraz y el propio Ribes Iñesta. 

En la rectoría ocurren cosas extrañas y no parecen casualidades, sino estratégicas causalidades ¿Será que la Universidad Veracruzana, ahora bajo la tutela de Martín Aguilar y su doctoral marcha tipo Zacatecas, se encamina a los escenarios “democráticos y de matrícula abierta” del sistema Benito Juárez? ¿Ese el objetivo encubierto de esos cinco foros regionales -en tiempos dormilones- de Martinjillo? 

Será que la universidad jarocha se volvió institución charra o que la quieren hacer chatarra ¿O es que la UV se encamina a ser la sede nacional del sistema de universidades Benito Juárez, pero sin la peligrosa autonomía que tanto disgusta al jefe de la república? 

La educación superior en Veracruz entra al modo 4T. De no hacerlo, saben las acciones del tlatoani y hasta detractor de su alma mater. 

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