Científicos de la NASA en colaboración con la empresa privada Advanced Space lanzarán durante este mes de mayo un nuevo nanosatélite Cubesat que será la primera nave espacial en probar la órbita lunar elíptica donde se pretender colocar la Gateway, que es la estación orbital que alojará a la futura tripulación del programa Artemis, informó este martes la agencia espacial estadounidense.
El experimento lunar que usará un satélite del tamaño de un horno de microondas

El Cubesat, que tiene el tamaño de un horno de microondas y un peso de casi 25 kilogramos, forma parte del proyecto llamado Experimento de Navegación y Operaciones de Tecnología del Sistema de Posicionamiento Autónomo Cislunar (CAPSTONE, por sus siglas en inglés), que ayudará a los investigadores a minimizar el riesgo para las próximas naves espaciales a través de la validación de tecnologías innovadoras de comunicación, así como con la comprobación de la dinámica de la órbita halo casi rectilínea (NHRO, por sus siglas en inglés).

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También desean verificar que en esta órbita se requiere menos combustible para las naves espaciales, además de que esta permite la conexión continua en las comunicaciones directas con la Tierra cuando la nave se acerque a la Luna.

El CAPSTONE será lanzado al espacio mediante un cohete Electron de Rocket Lab desde la plataforma de despegue de la compañía, ubicada en Nueva Zelanda. Después del sexto día del lanzamiento, el Cubesat será liberado del bus satelital Photon de Rocket Lab para posteriormente utilizar el sistema de propulsión para llevar a cabo su viaje a la órbita NHRO, que durará cuatro meses.

Tras una serie de maniobras de limpieza y una maniobra crítica para colocar al nanosatélite en la órbita NHRO, este activará de manera ocasional sus propulsores para mantenerse en curso, permitiendo a los científicos de NASA estudiar la dinámica de órbita por al menos seis meses.

“CAPSTONE se controlará y mantendrá con precisión y se beneficiará enormemente de la física casi estable de su órbita de halo casi rectilínea”, aseveró Elwood Agasid, subdirector del programa de Tecnología de Naves Espaciales Pequeñas de NASA, añadiendo que “las quemas se programarán para dar a la nave un impulso adicional, ya que genera impulso de forma natural; esto requiere mucho menos combustible de lo que requeriría una órbita más circular”.

“Esta órbita tiene la ventaja adicional de permitir que Gateway tenga comunicaciones óptimas con futuras misiones Artemis que operen en la superficie lunar, así como de regreso a la Tierra”, comentó Agasid, que concluye que “esto podría desbloquear nuevas oportunidades para futuros esfuerzos de exploración y ciencia lunar”.

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