La crisis económica en México es grave. El precio del huevo, la leche, el pollo y la tortilla – alimentos que se consideran como indispensables en la dieta de los mexicanos – han mostrado incrementos por arriba de la inflación en lo que va de este año, de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El pronóstico de la inflación sería de un 6.81% al cierre del 2022 y a un 1.8% la estimación para el crecimiento económico, según una encuesta del Banco de México, difundida a principios de este mes.
Es claro, en México hay menos crecimiento y mayor inflación. La lentitud de la inversión, el ruido político, y la incertidumbre en el gobierno federal son generadores de esta situación, aunque los lopezobradoristas, morenistas y seguidores de la 4T se empeñen en negarlo, la realidad los hunde.
Por ejemplo, en campaña López Obrador prometió que la gasolina costaría 10 pesos en su gobierno. He aquí dos evidencias de los que se afirma.
En ese sentido, se debe saber que, si el gobierno federal no aplicará los estímulos fiscales la gasolina Magna como la Premium, y también el diésel, rondarían los 35 pesos por litro.
Y porqué puede el gobierno lopezobradorista aplicar ese estímulo fiscal. Pues bueno, por los precios récord de la gasolina en el entorno mundial y no por la eficiencia de los funcionarios públicos del régimen. Así ‘contienen’ un poco la inflación, evitan los ‘gasolinazos’ y lo más grave, que AMLO perdiera su popularidad en la permanente campaña política que no ha cesado desde el primer día de su gobierno, pero la realidad ya los rebasa.
Debe usted saber que, desde el inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador, la Secretaría de Hacienda ha aplicado estímulos al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), y recientemente, con el alza en el precio internacional del petróleo y las gasolinas, implementó un estímulo complementario sobre el IVA e ISR.
Así, mientras en Estados Unidos se han visto precios máximos históricos, en México éstos se han visto contenidos.
Si no existieran estos estímulos del gobierno federal, el precio de la gasolina Magna en promedio no sería de 21.73 pesos por litro, sino de 34.13 pesos. La Premium se ubica en 23.77 pesos en promedio, pero sin los apoyos de Hacienda estaría en 35.44 pesos. Lo mismo para el diésel; su precio es de 23.41 pesos en promedio, pero debería ser de 35.57 pesos.
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A la fecha, estos dos estímulos en la gasolina Magna suman 12.40 pesos por litro; en Premium, 11.67 pesos y en diésel, 12.16 pesos, es decir, esto es lo que no están pagando los consumidores.
De estas cosas no se habla abiertamente en las conferencias mañaneras y poco explican los funcionarios del ramo, saben que la violencia, la crisis, la inflación, la manipulación y las mentiras son los distintivos en los gobiernos de Morena. La única esperanza es que dejen de montar circos para ya no engañar más al ‘pueblo bueno y sabio’, algo que suena utópico.