Los Dallas Cowboys hicieron historia. Se convirtieron en la primera franquicia de todo el deporte en alcanzar un valor de 8 billones de dólares. Ni el Real Madrid, ni Los Ángeles Lakers pueden presumir ese logro, pese a que a diferencia de los Vaqueros, estos sí ganan.
Según un reporte de Forbes, el equipo de la estrella solitaria alcanzó este valor por primera vez en la historia de las franquicias deportivas y se consolidó por décimo cuarto año consecutivo como el club más valioso en la NFL.
Según el mismo portal, los Cowboys se convirtieron en el primer equipo en generar ingresos por más de mil millones de dólares, tan solo el año pasado acumularon más de 220 millones de dólares por publicidad y patrocinios del AT&T Stadium, más del doble que cualquier otra franquicia de la liga.
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Lo que las cifras dicen es muy claro: de poco importa el éxito deportivo cuando la marca comercial está bien consolidada. Se pensaría que el valor está directamente vinculado a los trofeos y logros, pero no es así: en la cancha los Vaqueros no son un equipo de 8 billones de dólares.
La grandeza que construyeron en décadas pasadas no se discute, han conseguido llevarse el SuperBowl 5 veces (1971 (VI), 1977 (XII), 1992 (XXVII), 1993 (XXVIII) y 1995 (XXX); este equipo se acostumbró a la victoria, pero de eso ya queda poco.
Desde un lejano 1995, el conjunto de la estrella solitaria ha intentado de múltiples maneras salir campeón pero no lo ha conseguido, así como tampoco ha podido responder a una afición leal pero “poco exigente”, definidos así porque pese a la falta de trofeos no dejan butacas vacías en el AT&T Stadium.
Ni siquiera se acercan a competir por el anillo que reivindicaría un empolvado y costoso legado o a ser estelares en la Conferencia Nacional (no han pasado de ronda divisional desde el último anillo).
Dallas Cowboys ha llegado a postemporada en 10 ocasiones desde 1996, y ha cosechado un récord de 3 partidos ganados y 10 perdidos, dejando así un porcentaje de victorias de .237, el segundo peor de toda la NFL.
Los números y estadísticas apuntan a que el equipo de Jerry Jones, cuya fortuna ascendería a los 11 billones de dólares, es uno que no sabe ganar en postemporada, y que por ende, constantemente saborea el fracaso.
Pero, ¿por qué el estadio sigue lleno si no son exitosos? hay dos explicaciones para dos tipos de fanáticos: los primeros responden a una lealtad incomparable, no hay cifra o contexto que comprometa el amor por un equipo; y la segunda es por un aspecto mayormente comercial: ir al AT&T Stadium se ha convertido en algo más que solo un espacio en el que se disfruta un “simple” juego de Fútbol Americano.
Activaciones, souvenirs y todo se vuelve una experiencia turística. ¿Qué amante del deporte no sueña con disfrutar de uno de los recintos más vanguardistas en el mundo?, la satisfacción de consumir dejó de lado la gratificación de un triunfo deportivo, aunque sean incomparables en cuanto a las emociones que generan cada una de ellas.
El marketing es algo intrínseco al mundo deportivo de la actualidad. Para los equipos son fundamentales los billetes para no perderse en este “nuevo deporte”, ya sea para crear plantillas competitivas o para captar más seguidores a través de diversas estrategias de consumo. Seamos sinceros, si Los Cowboys intentaran atraer a nuevos fanáticos justificándose en sus logros recientes no habrían tenido mucho éxito.
Pony Blando, especialista en sports marketing con más de 10 años de experiencia y Project and Content Manager de Caliente MX explicó por qué a pesar de la falta de títulos su fanaticada sigue creciendo.
“Muchos aficionados son generaciones milenials y boomers, los centenials ya tienen otros equipos favoritos, pero uno de sus principales activos (para ganar más fans) es que tienen cuentas y perfiles en español (México es el segundo mercado más importante de la NFL), haciendo que la gente que no habla inglés esté informada, mientras equipos como Kansas City, aunque han sido ganadores, no tienen eso”, aseguró Blando para El Economista en 2021.
El éxito no siempre es sinónimo de valioso
Las estrategias de marketing digital explican, de cierto modo, cómo otros equipos con mayor relevancia deportiva dentro de la NFL se siguen situando por debajo de los Vaqueros en la tabla de valores monetarios.
Un ejemplo concreto son los Kansas City Chiefs. Los Jefes son una franquicia que ha retomado protagonismo en la cancha; en 2019 rompieron con una sequía de 50 años sin un título; se han afianzado como un rival a vencer en la Conferencia Americana; y cuentan con una superestrella en una liga plagada de figuras, Patrick Mahomes, quien es el cuarto jugador mejor pagado de toda la NFL este 2022.
Pese a estos elementos, Kansas City se coloca en la posición 23 del ranking de Forbes con un valor estimado de 3.7 billones de dólares.
Otro caso es el de los Green Bay Packers, el equipo más ganador de todos los tiempos, el mismo que ha conseguido un total de 13 campeonatos, cuatro más que el segundo lugar (Chicago Bears), y no figura ni en el top 10 de franquicias valiosas.
Su QB, Aaron Rodgers ha sido nombrado jugador más valioso en 4 ocasiones, y es el mejor pagado de la liga. A ello se suma que sus vitrinas están repletas y constantemente están en la lucha por un nuevo trofeo Vince Lombardi, no obstante su valor como franquicia no supera los 4.5 billones de dólares.
Los Dallas Cowboys son el ejemplo perfecto de que en este “nuevo deporte” el éxito no está del todo ligado al valor. Y bajo esa lógica, ¿cuánto costaría su franquicia en caso de que sí fueran triunfadores?, posiblemente seguiremos sin saberlo.