“Gracias al trabajo científico resulta totalmente factible atribuir la obra a Guido Reni, tras ser relacionada con muchos autores de la escuela italiana”, ha señalado el jefe del Departamento de pintura italiana y francesa, David García Cueto, en uno de los directos que realiza la pinoteca en Instagram.
‘La predicación de San Juan Bautista’, que pertenece a las Madres Agustinas de Salamanca, forma parte del altar mayor de la Iglesia de la Purísima desde finales del siglo XVII. “Es uno de los mejores conjuntos del Barroco italiano que se encuentra fuera de Italia”, ha añadido.
Según el experto, la obra parece que fue encargada por el Conde de Monterrey, Manuel de Acevedo y Zúñiga, que quiso adornar el retablo de Salamanca, acompañanado a la Inmaculada Concepción de José de Ribera. En la obra, García Cueto ha destacado la visión personal de San Juan Bautista, ya que se trata de un chico joven con una anatomía “plenamente desarrollada”.
“Guido Reni va a jugar a captar la belleza del cuerpo para a través de esa belleza física acercar a los espectadores la comprensión de la divinidad”, ha explicado.
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Junto a García Cueto ha estado Almudena Sánchez, restauradora de pintura de la institución, encargada de explicar cómo se ha trabajado para conseguir que la obra tengo un aspecto “limpio”. “El problema principal que contemplamos al ver el cuadro era la falta de luminosidad, como consecuencia de los barnices oxidados, que dejan un velo amarillo y una imagen falseada por ese filtro”, ha asegurado.
Este desperfecto otorgaba a la obra “desequilibrio” al aumentar el contraste entre las zonas más oscuras y las más claras. “Para corregir la desigualdad y desequilibrio se ha procedido a la limpieza de la superficie pictórica y ha sido un proceso de eliminación de todo lo que se ha ido alterando con el paso del tiempo”, ha desvelado.