La compañía aeroespacial SpaceX realizó este sábado el segundo lanzamiento orbital de su cohete más grande y potente, el Starship, desde el centro de pruebas de la empresa estadounidense en Boca Chica, Texas.
La Starship despegó con éxito, si bien pasados varios minutos se perdió la comunicación con la nave, por lo cual fue activado el sistema de terminación de vuelo. Este sistema se utiliza en caso de emergencia, cuando la nave necesita autodestruirse en la atmósfera y evitar así su caída descontrolada.
Inicialmente se informó que las dos etapas del cohete se separaron con éxito, pero al parecer el propulsor Super Heavy explotó tras la separación. “Hemos perdido los datos de la segunda etapa […] creemos que podemos haber perdido la segunda etapa”, dijo John Insprucker, presentador de la transmisión de SpaceX.
La compañía de Elon Musk confirmó que se vio obligada a activar el “sistema de terminación de vuelo” de Starship, es decir, una función de autodestrucción para evitar que la nave se desviara de su curso.
Se trata del segundo intento fallido de lanzar un sistema de transporte totalmente reutilizable diseñado para llevar tripulaciones y carga hasta la órbita de la Tierra, la Luna, Marte y más allá. El primer lanzamiento orbital de Starship se realizó en abril. Entonces el cohete experimentó un rápido desmontaje no programado, antes de la separación de la primera etapa y explotó, minutos después de despegar.