El temor sube en la frontera norte de México ante la creciente violencia contra migrantes, como una masacre que dejó al meigrantenos cuatro muertos en el estado de Sonora, el secuestro de 32 guatemaltecos en Ciudad Juárez y el aumento de la violencia sexual en el noreste mexicano.
Una denuncia de la organización 1800Migrante orilló esta semana a la fiscalía de Sonora, estado fronterizo con Arizona (Estados Unidos), a reconocer un ataque contra al menos 14 migrantes que dejó tres muertos oficiales en el municipio de Sáric, aunque dicha asociación documentó por lo menos cuatro fallecidos de Honduras, Perú y Ecuador.
En tanto, Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció la semana pasada un alza del 70% en los casos de violencia sexual en el último trimestre contra migrantes en Reynosa y Matamoros, principales cruces en el noreste de México, donde también documentaron 395 víctimas de violencia generalizada y 129 secuestrados.
La organización Alto al Secuestro advirtió que una de cada tres personas secuestradas en México en 2023 era migrante, es decir, 772 de las 2 mil 402 víctimas reportadas por el gobierno.
Pero la principal alerta ocurre en Ciudad Juárez, que concentra el mayor número de migrantes que esperan su cita para solicitar asilo en Estados Unidos, mientras la urbe afronta una ola violenta con casi 200 homicidios en menos de dos meses.
“Nos sentimos como un blanco para cualquier tipo de banda delictiva, se sabe que se han visto muchos casos (de migrantes) que han sido secuestrados, piden rescate, se comunican con los familiares y, de no darle, lo que ellos piden es fatal”, dijo a EFE el venezolano Antony Rodríguez refugiado en el albergue Hub Center.
Migrantes en peligro en Juárez
La Policía de Ciudad Juárez rescató a 32 guatemaltecos secuestrados a principio de febrero y la semana pasada exhumaron dos cuerpos del patio de una casa en una zona utilizada por traficantes de personas para resguardar migrantes.
Migrantes alojados en albergues señalaron a EFE que estos eventos confirman la fama de peligro que tiene la ciudad por las extorsiones y secuestros y señalaron que evitan al máximo salir para evitar ser presas del crimen organizado.
El pastor Gigio Heredia, administrador del Hub Center Refugio para Migrantes, dijo que tienen casos documentados de gente que ha sufrido desde abusos de autoridades hasta secuestros del crimen organizado.
“Les ha tocado que los han perseguido, algunos han llegado hasta sin mochilas, sin nada con ellos, debido a que sufrieron persecuciones y tuvieron que dejar pertenencias en el camino para salvaguardar sus vidas”, indicó el pastor.
Los hechos ocurren en medio del flujo migratorio inédito de los últimos años en la región, donde México reportó una subida de cerca del 77% en la migración irregular en 2023, con más de 782 mil extranjeros indocumentados detectados.
En medio de este tránsito, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) declaró en septiembre pasado a la frontera entre México y Estados Unidos como “la ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo”, con más de 686 migrantes fallecidos o desaparecidos en 2022.
También el Ejército provoca temor
Ante el recrudecimiento de la violencia en Juárez, el Ejército mexicano desplegó 2 mil 100 militares que patrullan las calles, pero que siembran el temor entre los migrantes.
“Juárez ha sido un punto clave donde hemos visto que el Ejército lejos de ser beneficioso, produce terror, estos vehículos tan gigantescos y tanta persona armada en las calles nos indican que las cosas no van bien”, opinó el pastor.
Los migrantes también muestran desconfianza ante los soldados, pues el gobierno mexicano ha dispuesto casi 30 mil miembros del Ejército para tareas migratorias en las fronteras norte y sur.
“Sí hemos visto la presencia de militares y de todos los cuerpos policiales que hay en Juárez y eso nos da preocupación porque no sabemos, somos migrantes, no sabemos qué pueda pasar, nos agarran, nos deportan, nos da seguridad e inseguridad a la vez”, apuntó el venezolano Rodríguez.