El próximo sábado 27 de abril a las 18 horas se llevará a cabo en el Museo de Antropología de la ciudad de Xalapa el primer debate entre los candidatos a la gubernatura de Veracruz, Rocío Nahle de la coalición Morena, PVEM, PT y FXM, Pepe Yunes abanderado por el PRI, PAN Y PRD y Polo Deschamps de MC, y el ambiente político jarocho se calienta tras los señalamientos de presunta corrupción y enriquecimiento ilícito evidenciados contra la candidata oficialista.
Las pruebas presentadas en contra de Rocío Nahle; su esposo, José Luis Peña, y sus familiares, dan cuenta de la riqueza inmobiliaria que la oriunda de Zacatecas logró en menos de una década, tiempo en el cual ha sido diputada federal, senadora -un trimestre- y casi 5 años titular de la Secretaría de Energía de México (SESNER) y responsable de la edificación de la Refinería Dos Bocas en Tabasco, en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
A pesar de esas evidencias, Morena, sus seguidores y la misma Nahle García quieren confundir a la ciudadanía de que se trata de una “guerra sucia” o “violencia política de género”, ya que todo lo que sucede en Veracruz, para bien o para mal, principalmente lo segundo, es culpa de los Yunes.
Pero es que sí a ese listado de inmuebles -valuado en poco más de 100 millones de pesos- se le suman los presuntos depósitos bancarios en paraísos fiscales de la prominente familia Peña Nahle que ascenderían a otros 5 millones de dólares., investigados supuestamente por el FBI en Estados Unidos, el panorama de Morena en Veracruz pasa de lo verde a lo podrido.
A lo anterior, se agregaría la probable sociedad comercial entre la empresa Servifácil S.A de C.V., propiedad del empresario Rogelio Lemarroy y Rocío Nahle, en las que Arturo Castagné asegura que ese consorcio gasolinero cuenta con poco más de 142 estaciones de servicio en 10 Estados de la República (Veracruz, Tabasco, Chiapas, Campeche, Puebla, Tlaxcala, Edomex, Querétaro, Hidalgo y Guanajuato). De tal suerte, ese escenario se convierte en adverso para la morenista, debido a que “casualmente” el exalcalde de Coatzacoalcos fue quien vendió a José Luis Peña, esposo de la candidata morenista, el pomposo departamento en San Pedro Garza García, NL.
En cualquier sentido, estos graves señalamientos han descolocado a los morenistas, a la candidata Rocío Nahle y a su equipo de campaña, por más que sus corifeos y escribidores a sueldo en Veracruz intentan tergiversar la realidad, manipular a los electores, debido a que no se cansan de difundir una supuesta ventaja de 30 puntos porcentuales en las preferencias electorales.
No obstante, el día de hoy la empresa demoscópica “México Elige” difunde que en Veracruz la aprobación del presidente López Obrador es del 58.6%, la de Cuitláhuac García es un escaso 33.8%, en tanto en el escenario electoral, Pepe Yunes tiene la ventaja con el 39.3% de preferencias, Rocío Nahle 38.5%, rezagado Polo Deschamps con el 8.4%, mientras que el 13.8% de la población señaló que aún no decide.
En ese estado de cosas, sí los depósitos en cuentas de banco en paraísos fiscales, el “pisito” en Estados Unidos y la sociedad en las empresas de servicio de gasolina también se comprueban, como se hizo con sus propiedades, Morena, Rocío Nahle y Cuitláhuac García estarían en la antesala de la muerte política.
Rocío Nahle está cerca de demostrar que “la cabeza no sólo se pierde en la guillotina. También en el poder, en el dinero y en el deseo”.