La sociedad olvidó la capacidad de organización y colectividad que logramos para sobrevivir como humanidad que nos dio la pandemia por COVID-19, aseguró ayer la escritora nicaragüense Gioconda Belli.
La narradora exiliada en España desde 2022 ambientó parte de su nueva novela durante 2020, un año en el que la enfermedad que circuló por todo el mundo fue “una prueba enorme” para la humanidad.
“Ahora se nos ha olvidado y por eso también me pareció interesante hablar de ella. Recordemos lo que significó: no por el miedo que nos dio sino porque todavía seguimos siendo vulnerables y creo que fuimos muy capaces de articular una respuesta común, me parece que hay un valor colectivo de cómo supimos enfrentarla”, dijo en entrevista.
La autora visita la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara para presentar su nuevo libro “Un silencio lleno de murmullos”, una historia de intriga y misterio, pero que también aborda las heridas políticas y lo compleja que puede ser la relación entre madre e hija.
La pandemia se convierte en un elemento crucial en la novela, pues empuja a un viaje interior para “Penélope”, la protagonista, quien se ve obligada a enfrentar los fantasmas propios y del pasado de “Valeria”, su madre, aseguró Belli.
El confinamiento permite a la protagonista explorar la casa de su madre recién fallecida y redescubrir objetos, recuerdos y secretos que la sorprenden y la llevan a cambiar su idea de quién era ella.
La narradora y poeta confesó que dar forma a esta relación le ayudó a sanar sus culpas por una vida dedicada al activismo político y la escritura que la obligaron a estar mucho tiempo lejos de sus hijas, a quienes les dedica el libro.
“Esta novela para mí también fue un momento de sanación, de enfrentarme conmigo misma, con mis propias culpas a través de esta historia… Pienso que mis hijas, a pesar de que la pasaron mal porque no estaba todo el tiempo, reconocen que les di permiso para seguir una vida, llena y plena”, añadió.
Madre rebelde
La novela indaga también acerca de los conflictos entre la maternidad y los ideales políticos.
“Hay una sociedad que critica mucho la opción que las mujeres tomemos para tener vidas plenas, para seguir nuestros sueños y sobre todo en la política, mientras al hombre nunca se le ha cuestionado el hecho de irse a entregar a una revolución o a un plan político, porque vivimos en un mundo hecho para hombres que tienen esposas”, sentenció.
Otro de los temas presentes en la historia es el feminismo visto desde “Valeria”, marcada por la liberación femenina de los años 70 y 80, y la de “Penélope”, con una idea del feminismo más contemporánea en la que no teme hablar de la sexualidad o la soledad, consideró la autora de “La mujer habitada”.
“Valeria es un caso que se daba antes menos, pero que ahora se da cada día más, porque las mujeres queremos ocupar un lugar en el mundo, queremos ocupar un lugar en nuestros trabajos”, declaró.
Por último, el trasfondo político en parte de la literatura de Belli no puede faltar, y este caso no es la excepción, debido a la militancia de “Valeria”, la madre, en el movimiento sandinista que derrocó al dictador Anastasio Somoza, una similitud con la propia vida de la escritora.
“No me siento que haya participado en un proyecto que no va a tener nunca resultado, creo que el resultado tal vez yo no lo voy a ver y que esto es como una especie de pegón en el que nos hemos encontrado por la ambición de estas dos personas (Daniel Ortega y su esposa), pero que no niega la necesidad de justicia, de verdad en Nicaragua”, concluyó.
La edición 38 de la feria inició el pasado 30 de noviembre y concluirá este 8 de diciembre; programó la participación de 850 autores de 43 países con un programa que incluyó tres mil actividades literarias.