En el marco de la Jornada Conmemorativa del 150 aniversario luctuoso de Benito Juárez García, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (Inehrm), invita a los foros: “La muerte de un hombre” y “El Nacimiento de un símbolo”, el 18 y 19 de julio de 2022, los cuales se realizarán en formato manera presencial en la sede del instituto: Francisco I, Madero 1, San Ángel, y de manera virtual a través de las redes sociales del Inehrm y en la plataforma contigoenladistancia.cultura.gob.mx.
En el primer encuentro se contará con la participación de las historiadoras Erika Pani y Regina Tapia y el historiador Raúl González Lezama. En el segundo, el diálogo será encabezado por la historiadora Cecilia Vargas Ramírez y el historiador Carlos Mújica.
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Benito Juárez falleció el 18 de julio de 1872, a consecuencia de una enfermedad de las arterias coronarias, la cual le fue diagnosticada como “angina de pecho”. Sin embargo, cabe precisar que el momento fatal fue producido por un infarto al miocardio, enunciado en su acta de defunción como “neurosis del gran simpático”.
Todavía el día anterior el entonces presidente de México se había presentado a trabajar con normalidad en Palacio Nacional. Las últimas horas de su vida, la tarde del 18 de julio, Juárez recibió en sus habitaciones a su ministro de Relaciones Exteriores, José María Lafragua, con quien trató asuntos generales, y al general Ignacio Alatorre, con quien habló sobre las acciones a emprender contra los rebeldes en el estado de Puebla.
La muerte de Benito Juárez fue un momento clave en el proceso de consolidación de su imagen como héroe y personaje principal de la memoria política de México.
Desde entonces, empezó a fijarse su representación como “el impasible padre de la patria” y el liberal “puro” de integridad intachable, modernizador del país y quien integró a México en el concierto de las naciones de Occidente.
La muerte sorprendió al oaxaqueño en medio de uno de los momentos más controversiales de su carrera política, cuando estaba a punto de cumplir su decimocuarto año consecutivo en la presidencia y después de una reñida segunda reelección, la cual había detonado críticas implacables entre la opinión pública, además de pronunciamientos armados en varios puntos del territorio.
Así, a pesar de que a lo largo de su trayectoria el Benemérito enfrentó críticas y oposiciones de todo tipo, su muerte significó el olvido de la conflictividad y la construcción de una nueva memoria política que sacralizó su imagen.
La Jornada Conmemorativa busca detonar una reflexión entre las y los historiadores y el público en general para distinguir con claridad a Benito Juárez como personaje histórico y a Benito Juárez como símbolo de la identidad nacional.
