Varios años de excavaciones en la antigua ciudad egipcia de Atribis, en la orilla occidental del Nilo, pusieron en manos de los científicos 18,000 fragmentos de cerámica con distintas inscripciones. Cientos de estos millares de trozos de alfarería reutilizados para escribir exhiben varias líneas en las que se repite una y otra vez un mismo carácter, en muchos casos tanto en el anverso como en el reverso del fragmento.

Los arqueólogos de la Universidad de Tubinga (Alemania) aseguran que lo que podría parecer una cenefa ornamental es en realidad un símbolo que los “estudiantes traviesos” tenían que escribir una y otra vez a modo de “castigo”, según un comunicado difundido la semana pasada. Otros escritos sobre arcilla contienen listas de la compra, nombres de personas u otros mensajes con significado, mientras que la letra que copiaban los alumnos como castigo no tenía ninguno.

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Los fragmentos de piezas de arcilla que se utilizaban para escribir son conocidos en lenguaje arqueológico como ‘ostraca’. Múltiples ejemplos de Atribis dejan claro que servían igualmente para aprender a escribir, hacer ejercicios y memorizar cosas, y una cantidad sorprendentemente grande de estos miles de fragmentos desenterrados podrían haber pertenecido a una escuela, según el equipo investigador.

“Hay listas de meses, números, problemas aritméticos, ejercicios de gramática y un ‘alfabeto de aves’, donde a cada letra se le asignó un pájaro cuyo nombre comenzaba con esa letra”, dijo el egiptólogo Christian Leitz. El conjunto contiene también dibujos de escorpiones y otros animales, de humanos, de dioses de un templo cercano y figuras geométricas.

Alrededor del 80 % de las inscripciones están en el denominado egipcio demótico, una variante de la lengua egipcia que corresponde a la etapa tardía, helenística (desde finales del siglo IV a.C.) y romana, de la historia de ese pueblo antiguo. Sin embargo, algunas de la ‘ostraca’ no escolares contienen muestras de escritura griega y jeroglífica, y más raramente, copta y árabe.

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