Las dos décadas más importantes de las letras mexicanas fueron entre 1943 y 1963 gracias a la labor editorial de Juan José Arreola en la formación de escritores que impulsó, sostuvo el doctor Óscar Mata Juárez, investigador del Departamento de Humanidades de la UAM.

Durante el Congreso-Homenaje Varia Arreola, las invenciones de Juan José a 100 años de su nacimiento, organizado por la Universidad Autónoma de Metropolitana (UAM) y otras instituciones, detalló que el trabajo como editor o coeditor del jalisciense suma 21 números de revistas, 41 cuadernos y 94 libros.

En esos trabajos de primer nivel se reúnen todos los géneros literarios: el poema en prosa, la novela, el ensayo y la farsa teatral.

A través de un comunicado se destacó que la obra del homenajeado comprende dos etapas, una como coeditor y otra como editor de libros, cuadernos y revistas literarias.

La primera inició en Guadalajara en 1943 con los cuatro textos de la colección “Eos”; seguida en 1945 con cinco de la serie “Pan” y en la Ciudad de México, de 1950 a 1953, con la primera edición de “Los presentes”, concluyendo en 1967 con 12 números de la revista Mester.

A esa producción se añaden 71 libros de “Los presentes”, 30 cuadernos de “El unicornio”, 19 tomos de la misma colección con pie de imprenta de Mester, aunque el mayor logro en esa labor fue la formación en sus talleres literarios de nuevos escritores y más de 50 recibieron su respaldo.

Fernando del Paso “me comentó en alguna charla que se hizo escritor, a la luz, que no a la sombra, de Arreola”, pero hubo muchos más, entre quienes destacan Juan Rulfo y Agustín Yáñez, recordó el investigador de la Unidad Azcapotzalco.

El número seis de “Pan”, de 1945, “fue una revista de antología” porque por primera vez aparecieron juntos en una publicación textos de Arreola y Rulfo a quienes se sumaron Ernesto Díaz Sánchez, Carlos Pellicer, Bonifaz Nuño, Juan Soriano, Juan García Terrés, Augusto Monterroso, Andrés Henestrosa “y para completar la decena un libro a cargo de Francisco Tario”, en “Los presentes”.

En 1963 Arreola declaró que había sido el primer editor de la literatura mexicana “y ciertamente lo fue, de la riquísima surgida en la segunda mitad del siglo XX”, cuyos cimientos en buena parte se deben al autor de Varia invención.

Arreola fue un editor de libros muy especial porque a su labor sumaba la de maestro, “que trabajaba con sus autores haciéndoles notar los errores en los textos que se enviarían a la imprenta”.

Una gran parte de los escritores a los que editó eran jóvenes que apenas iniciaban en el mundo de las letras y, al paso del tiempo, se convirtieron en sólidas figuras de la literatura como Elena Poniatowska, Carlos Fuentes, Tomás Segovia y José Emilio Pacheco.

Respecto de los “Cuadernos del unicornio”, publicados de 1958 a 1963, resaltó la participación del impresor y tipógrafo Manuel Casas, quien siempre apoyó a Arreola en sus quijotescas andanzas como hacedor de libros, cuadernos y revistas literarias”.

Entre los autores destacaron Beatriz Espejo, Leopoldo Chagoya, Emilio Uranga, Eduardo Lizalde, Elías Nandino, Enrique González Rojo, Raymundo Ramos, Gastón Melo, Rafael Solana, Tita Valencia, Rubén Bonifaz Nuño y Fernando del Paso.

Mester fue motivo del último taller de Arreola, quien supervisó la edición de los primeros números para delegar después la responsabilidad en los talleristas.

A lo largo de sus 12 entregas la revista mantuvo paridad entre los trabajos en prosa y en verso, y en ella escribieron 73 autores, muchos de ellos por primera vez, pero también algunos con cierta trayectoria como Rosario Castellanos y Jaime Sabines.

En el mismo marco de actividades, el doctor Evodio Escalante, profesor de la UAM, describió a Juan José Arreola como un artista de múltiples facetas que se perfiló como cabeza visible de una renovación literaria.

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