La historia de amor detrás de la flor de los muertos de México, “cempasúchil”, que proviene del nahuatl Cempohualxochitl, es el tema central del espectáculo Día de los muertos que se presentará en Nueva York, en el que calaveras, Catrinas y fantasmas danzan al ritmo de música clásica y contemporánea de autores mexicanos y europeos.
El espectáculo se presentará en el Brooklyn Art Haus del 19 de octubre al 1 de noviembre, mes en que se celebra el día de los muertos, una tradición de varios países pero la mexicana ha traspasado fronteras y se ha arraigado en al cultura popular en EE.UU.
El espectáculo, que hoy tuvo una breve presentación para la prensa, abre con “Danza macabra” la pieza más popular de Camille Saint-Saenz (1835-1921), que imaginaba a esqueletos bailando a la medianoche, en la que gigantescas marionetas de fantasmas y calaveras de charros con sus elegantes lazos bailan al ritmo del tema, interpretado al piano por Llewellyn Sánchez-Wener, quien además eligió toda la música.
Sánchez-Wener, que nació y creció en California, dijo a EFE que su madre es mexicana y que creció con la tradición del día de los muertos, “una celebración con mucho amor, mucha alegría” de unidad familiar y “quiero que la gente sepa lo colorida que es”.
El pianista, de 26 años y radicado en Nueva York, señaló además que han elegido música contemporánea y clásica porque quieren tener una audiencia variada, incluido niños, y que se conozca a los autores de temas tan populares como “Bésame mucho” de la mexicana Consuelo Velázquez (1916-2005), de la Balada Mexicana de Emanuel Ponce (1882-1948) o del Jarabe Tapatío de José de Jesús González Rubio.También se escucha Dante Sonata 12 de Liszt.
“Bésame mucho” trae al escenario a las calaveras de Xochitl y Huetzlin, en la unión de los protagonistas de la historia de amor de la que nace la flor amarilla de los muertos de los 20 pétalos. Ella con un vestido de flores rojas y una estola del mismo color y él, una calavera con una elegante camisa y lazo de lentejuelas verdes y pantalón del mismo color.
Según cuenta la historia, ambos jóvenes aztecas se conocían desde niños y juraron amarse más allá de la muerte. Pero el destino les llevó a que Huetzlin tuviera que ir a luchar y fue herido de muerte por lo que Xochitl pidió al dios del sol que la uniera con su amor.
El sol la convirtió en una flor al tocarla con unos de sus rayos. Al poco tiempo llegó un colibrí (picaflor) y se posó en el centro de la flor: era Huetzlin. En ese instante, la flor se abrió en 20 pétalos y así nació la flor de los muertos y la historia de amor que vivirá mientras exista la cempasúchil, señaló por su parte la colombiana Juanita Cárdenas.
Cárdenas es bailarina y experta titiritera que maneja las marionetas de los fantasmas junto a otros danzantes, elementos importantes del espectáculo junto con las calaveras acróbatas.
Los boletos para el espectáculo se comenzarán a vender la próxima semana.